Frente a los negros presagios y los reveses para la unidad continental articulados por un populismo nacionalista que parecía imparable, hoy los europeístas nos congratulamos con la victoria de Macron.
Por eso la pregunta que hoy nos hacemos es muy simple y al mismo tiempo terrible: ¿Y si en Francia fracasa el pacto republicano, nos acercamos, tal vez, al fin de la Quinta República?