La adquisición de numerosas entidades le ha permitido expandir su red de oficinas fuera de Galicia, pero al mismo tiempo ha aplicado una política de recortes que ha dejado sin sucursales a muchos ayuntamientos del rural del país.
Cuatro de las oficinas están en la provincia de A Coruña, una en Pontevedra y otra en Lugo.
Antes de la crisis había 815 oficinas más, un recorte que afecta sobre todo a los núcleos de población del rural.
O plan de reestruturación da entidade contempla unhas 40 sucursais menos, que se irán integrando noutras da mesma zona.
Las cifras todavía no están divididas por territorios, pero los sindicatos lo valoran como "un pequeño paso".