El expresidente del Gobierno de Estados Unidos y principal baza del partido Republicano para arrebatar el mando a Joe Biden -ahora mismo Trump goza de más apoyos que su rival, Ron DeSantis- vive acosado por los procesos judiciales y, según la CNN, tiene previsto entregarse en una prisión de Fultón, Georgia.
El expresidente del Gobierno de Estados Unidos y favorito de la candidatura republicana por enima del también conservador Ron DeSantis, Donald Trump, ha sido imputado por un jurado de Georgia por, presuntamente, intentar interferir en las elecciones presidenciales de 2020, cuando perdió la presidencia. Hay otras 18 personas investigadas.
El expresidente, investigado por los 37 delitos que le atribuye la Justicia norteamericana de los que se declara no culpable, sugiere que es víctima de una persecución y arremete contra el presidente Joe Biden, al que dice que procesará si vuelve al poder.
El empresario tiene previsto volver a Miami hoy mismo tras comparecer en los juzgados, convirtiéndose en el primer ex-presidente de Estados Unidos que es imputado.La Justicia ha prohibido emitir la vista en directo por temor a posibles incidentes como los que culminaros en el asalto al Capitolio. La ex-estrella porno Stormy Daniels ha indicado que está vendiendo más merchandising y el político que está recibiendo más donanciones.
El proceso abierto contra el expresidente de Estados Unidos y candidato de los Republicanos a regresar a la Casa Blanca en 2024 ensancha la fractura entre los trumpistas y sus detractores. Como ya ocurrió en el asalto al Capitolio, en el país norteamericano temen que los radicales, azuzados por Trump, puedan volver a protagonizar incidentes de calado.
Imágenes históricas y sorprendentes que llegan desde la capital del estado más poderoso del mundo. Manifestantes pro-Trump han roto en masa la seguridad del parlamento americano y los legisladores han tenido que refugiarse en sus despachos.
Es difícil encontrar voces que cuestionen su enorme déficit democrático, porque la democracia más antigua del mundo es hoy una democracia muy limitada tal que son las clases más ricas y poderosas quienes marcan la agenda política, quienes gobiernan.
El exvicepresidente recupera la Casa Blanca para los demócratas después de cuatro tortuosos años de mandato de Donald Trump, donde las polémicas y los vaivenes del republicano han marcado la política estadounidense y, por consiguiente, mundial. La llegada al poder de Biden supone un nuevo capítulo a nivel mundial.
El presidente de Estados Unidos, el país más afectado en lo referido a número de muertos y contagios, ha sido trasladado a un complejo hospitalario militar para ser tratado de COVID-19. De momento, las primeras informaciones apuntan a que el líder estadounidense reviste síntomas leves de la enfermedad y que está siendo sometido a un tratamiento experimental.
Es Hope Hicks, de 31 años, que el martes fue con ęl en el avión al primer debate con el demócrata Joe Biden.
Un entramado de pederastas en el que participan muchos de los líderes mundiales mantiene una red global de tráfico de niño, adora al diablo y Trump es el único que los combate. Pese a lo disparatado de su base argumental, QAnon cuenta ya con más de medio millón de seguidores de sus perfiles en Europa.
El presidente estadounidense ha propuesto recientemente cambiar una legislación que data de 1992 para limitar la cantidad de litros de agua que por minuto pueden salir de una alcachofa de ducha. Para Trump 9,5 litros no son suficientes y el republicano cree que hay que cambiar la normativa para “que las duchas seas más potentes” y porque sería beneficioso para el peinado del mandatario.
En una nueva noche de caos en las calles de Nueva York, los disturbios provocaron el saqueo de una de las tiendas de Zara en el distrito de Manhattan.
Primero marcó un mensaje de Donald Trump como dudoso. El presidente reaccionó aprobando una orden ejecutiva que rasga el escudo legal que protege a las redes sociales. ¿Qué hará ahora el político conservador ahora que Twitter ha soterrado otro mensaje suyo por "glorificar la violencia"?
Estados Unidos es, de lejos, el país más afectado por el COVID-19, al menos por ahora y en cifras absoluta. Al timón tiene un presidente que -tras oír que la lejía y otros productos matan el virus en objetos- anima a experimentar con terapias en humanos como inyecciones de desinfectante y baños de rayos uva.
El presidente de Estados Unidos cambia por completo de discurso. Si aún hace una semana comparaba el COVID-19 con la gripe, ahora reconoce que vienen tiempos muy difíciles para la superpotencia. Los modelos matemáticos que maneja la Casa Blanca predicen hasta 240.000 muertos. Donald Trump evita recomendar el uso de mascarillas para la población general, pero recomienda usar bufandas y otras prendas para taparse la boca.
El mandatario, que ha justificado su decisión aludiendo a "evitar que nuevos casos entren" en Estados Unidos, ha señalado que habrá "ciertas excepciones para ciertos ciudadanos americanos" que se hayan sometido "a las evaluaciones apropiadas".
Hoy ya sabemos que en USA las autoridades que comanda el caudillo Trump no disponen en sus grandes ciudades de los kits suficientes para que a los ciudadanos más pobres se les pueda detectar la enfermedad que puede matarles.
Los senadores rechazaron por 52 votos a favor y 48 el primer cargo, motivado por sus maniobras para conseguir que los servicios de inteligencia ucranianos investigaran a sus rivales demócratas.
El presidente estadounidense atacó con dureza al gobierno iraní después de las represalias por parte del ejecutivo del líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, contra bases militares estadounidenses.