Mas, Homs, Sànchez y Mikimoto: cuatro hombres y un mismo destino

Carmen P. Flores

El fin de semana ha sido fructífero en noticias políticas. La ANC, como ya viene siendo habitual, ha realizado su cónclave sabiendo quién iba a ganar: Jordi Sànchez, la persona de Carmen Forcadell, que cuenta también con las simpatías de una buena parte de CDC. Fuera del núcleo duro queda Liz Castro, del sector crítico, que siempre gana, pero los 77 ilustres la han devuelto a la vida terrenal. Pero, eso sí, todo muy democrático y con urnas.


Artur Mas se ha salido con la suya: CDC cambiará de nombre y él será el mentor, padre y madre del nuevo partido. La “renovación” solo puede producirse desde dentro, como en los tiempos de Franco, pero todo muy democrático. Señala, como ya lo hiciera anteriormente, a Francesc Homs como cabeza de lista, que también ha salido elegido. Todo un éxito para un ‘expresident’ de casi todo, que ha sido sin lugar a dudas el peor gobernante que ha tenido este país. No ha gestionado nada y no se le conocen grandes logros en su mandato, sino el de llevar a este país a la división y crear las listas de buenos y malos catalanes.


Como todo va tan rápido, hasta algunos pretenden hacernos olvidar que Artur Más es hijo político de Jordi Pujol y su “‘troupe’ de dioses”, que son capaces de multiplicar los panes y los peces y después transformarlos en dinero contante y sonante y en un ‘plis plas’, hacerlos desaparecer aquí y encontrarlos en los más diversos paraísos fiscales.


En la transición de padre a hijo, por designios del señor, Artur Mas jugó con sumo placer el papel de heredero transitorio hasta la “madurez” del ‘hereu’, es decir, Oriol Pujol, el elegido para seguir los caminos de su padre, presidir este país y seguir saqueándolo “presuntamente” con el consentimiento de muchos que siguen afirmando “son de los nuestros” o “son de casa”.


Mientras, el cabeza de lista ya oficial --¿alguien lo dudaba?--, Francesc Homs, en un gesto genial, brillante y sesudo, da el nombre de Miquel Calzada para encabezar la lista al senado. ¡Es lo más brillante que he escuchado en toda mi vida! El año que ha estado Mikimoto en el extranjero --fuera de España-- más por problemas personales que para formarse, todos los grandes viajes que se ha llevado entre pecho y espalda a cuerpo de rey --eso sí pagados por todos los contribuyentes y dedicando su trayectoria profesional al régimen-- lo han hecho merecedor de representar a Catalunya en la Cámara alta. Por mucho que allí en las Españas le llamen “señoría”, la que escribe le seguirá llamando “vividor” de las subvenciones, de las donaciones de licencias de radio, de los viajes pagados y de algunas otras cosas más. Y, si no, que se lo pregunten a sus exseñoras.


Alguien dijo alguna vez que “la gente tiene los gobernantes que se merecen”. Visto lo visto, ¿tendrá razón? Pues que Dios nos coja confesados; hay que seguir siendo inconformista porque esto no hay quien lo aguante. Eso sí, todo ocurre con mucha “transparencia” y muy democráticamente.

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