La conferencia de Feijóo en Barcelona no es casual

El Círculo de Economía ha sido el escenario de la conferencia de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, con la presencia de ilustres empresarios, políticos y periodistas. Con una claridad meridiana, el presidente gallego ha defendido que el diálogo con Catalunya debe ser abierto, fluido y sin líneas rojas para llegar al entendimiento, que él cree posible, entre Catalunya y el Gobierno español porque Catalunya forma parte del Estado español. Se ha mostrado contrario a la demonización del que piensa o siente diferente. Núñez Feijóo ha defendido que las inquietudes catalanas deben ser respetadas y armonizadas, pero dejó claro que siempre dentro de la ley.

El presidente gallego ha defendido que Catalunya y Galicia representan dos identidades que deben ser respetadas. No se ha olvidado de hacer referencia de las relaciones en el siglo XIX de Alfredo Brañas y Francesc Cambó; el primero, fundador del regionalismo gallego y, el segundo, de la Lliga Regionalista.

En más de una ocasión Cambó manifestó en su día que “un gallego fue el que ejerció en mí la decisiva influencia para lanzarme a la política nacionalista”. Esa decisión la tomó después de escuchar una conferencia de Brañas en el Centro Escolar Catalanista en 1893. Aquel mismo día, se inscribió en el partido catalanista y desde entonces no cesó de colaborar con Brañas. Era 1916 y Cambó aún estaba forjando su trayectoria. Por su parte, Brañas redactó las “bases generales del regionalismo y su aplicación a Galicia”. En ellas, puede apreciarse la influencia de las Bases de Manresa, documento fundamental del catalanismo, que plantea un modelo descentralizado.

Cambó culpaba de la situación de abandono de Galicia a los caciques y dijo: “Yo cumpliré el deber de pagar a Galicia lo que le debo a Brañas”.

La exaltación a las figuras de Cambó y Brañas no creo que fuera gratuita sino todo lo contrario: dos personajes regionalistas, pero moderados, y sin la más mínima intención de romper con España. Personajes con los cuales se siente identificado y, salvando la distancia de los años, podrían servir de base para las negociaciones con el gobierno catalán: descentralización y mejora de la financiación.

No se refirió en ningún momento el presidente Feijóo a otro personaje gallego que mantuvo una estrecha colaboración con Catalunya, Alfonso Rodríguez Castelao, padre del nacionalismo gallego moderno que, junto a los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos, fundó Galeusca en el año 1923 y que sirvió en su día para distintos pactos políticos.

Castelao, aun siendo nacionalista, manifestó en más de una ocasión que los nacionalistas no querían separase de España sino que, a lo que aspiraban, era crear una mancomunidad de intereses morales y materiales.

Podríamos dar más nombres de ilustres gallegos vinculados a Catalunya pero no viene al caso en esta ocasión.

La presencia del presidente gallego en Barcelona no creo que sea inocente y casual, lo mismo que el contenido de su conferencia, sino que forma parte de una estrategia de Moncloa para aplanar el camino de las negociaciones con el gobierno catalán. Para esta misión delicada han elegido a una serie de personas de confianza del presidente español, que no produzcan urticaria al gobierno de Puigdemont y Junqueras.

Feijóo es una persona empática para Puigdemont, del mismo modo que Santamaría lo es para Junqueras. Veremos desfilar más de un negociador “amigo” por Barcelona.