Los acuerdos que pusieron fin a la huelga del 112 encuentran trabas para cumplirse

Juan José Muñoz, declarado 'persona non grata'. Foto: xunta.gal

El comité del 112 denuncia los impedimentos que el gerente de la Agencia Gallega de Emergencias (AXEGA), Juan José Muñoz, puso para que se dé cumplimiento en toda su extensión al laudo arbitral con el que finalizó la huelga de cerca de 90 días en el 112. Junto a esto denuncia las presiones que padece la plantilla desde lo traslado a A Estrada donde sigue habiendo problemas con la nueva aplicación informática.

Desde la CIG explican que en la primera reunión en la que iban a ser negociados los horarios de 2018 "para dar cumplimiento a uno de los puntos establecidos en el laudo" la empresa vetó la entrada de su asesor, que estaba convocado, había sido trabajador del servicio y "integrante del equipo negociador del acuerdo que puso fin a la huelga". Entienden este gesto por su "pretensión de vengarse del personal".

PRESIONES

Los trabajadores cargan contra el gerente, deunciando "presiones" y "órdenes que dificultan las vigilias en los turnos de noche", una actitud que el comité asegura que "no es nueva aunque se endureció luego de la convocatoria de huelga".

Así, acusan a Muñoz de actuar como "punta de lanza del proceso de desmantelamiento y privatización de la gestión pública de las emergencias capitaneado por Alfonso Rueda con el objetivo de seguir recortando servicios públicos esenciales".

PERSONA NO GRATA

De este modo, en una asamblea acordaron por unanimidad nombrar 'persona no grata' a Juan José Muñoz: "por su hostilidad manifiesta cara el plantel y por su papel protagonista tanto en el proceso privatizador, como por los reiterados descuidos que se sucedieron desde su nombramiento por causa, en buena medida, de absurdos protocolos que bajo su responsabilidad han revelado graves carencias en la asignación de recursos para dar respuesta a las emergencias".

Además, reiteran las quejas sobra la aplicación informática, recordando que aunque "hay leves mejoras, el grueso de los problemas continúan". Revelan que a lo largo de este verán "la central se vio desbordada con colas de llamadas inasumibles, cuando el volumen de incendios y de emergencias asociadas a la estación fueron menores que en los pasados años".