El agua del grifo busca su hueco entre la hostelería de la capital

Xan Duro y Constantino Penedo. Foto: Concello de Santiago

El Ayuntamiento de Santiago ha puesto en marcha un proyecto piloto para fomentar el consumo del agua del grifo en el sector de la hostelería y reducir el recurso al agua embotellada.

Ese es el objetivo del proyecto 'Santiauga', que ha presentado este martes el concejal de Medio Ambiente y Convivencia, Xan Duro, en compañía del jefe de proyectos de medio natural de Novotec, Constantino Penedo.

Según ha aclarado el edil, al proyecto 'Santiauga' podrán sumarse en una primera fase hasta 25 establecimientos de restauración de Compostela, preferiblemente que ofrezcan menú de día, que se comprometerán a ofertar agua del grifo para acompañar a las comidas o a las cenas.

El Ayuntamiento les facilitará botellas de cristal identificadas para servirla. Una vez analizada la respuesta de los consumidores, la Concejalía de Medio Ambiente estudiará la implantación del proyecto en un mayor número de locales.

Los establecimientos de hostelería que deseen implicarse en el proyecto piloto deben remitir un formulario al correo electrónico medioambiente@santiagodecompostela.gal. El Departamento municipal seleccionará a los participantes que cumplan los requisitos mínimos, por orden de inscripción.

IMPULSADA EN OTROS PAÍSES

Constatino Penedo ha explicado que la campaña que se pone en marcha en Santiago "ya se ha impulsado antes con mucho éxito en otras ciudades del mundo como París o Nueva York".

Por su parte, Xan Duro ha incidido en que "el consumo del agua del grifo es la mejor opción por calidad, sostenibilidad, precio y salud". En concreto, ha indicado que el objetivo es "ayudar a cambiar los hábitos de la ciudadanía, contribuyendo a cuidar el medio ambiente".

En particular, Duro ha hecho hincapié en el "enorme impacto que tienen los residuos plásticos, que se suman a los costes ambientales de su transporte" del agua embotellada. En concreto, ha destacado que, del precio que se paga por una botella de agua embotellada, el 90% corresponde al propio envase.