Científicos de la USC se unen a la alerta mundial sobre destrucción ambiental y cambio climático
Más de 15.000 científicos de todo el mundo firman un manifiesto que urge grandes cambios ante los peligros para la humanidad.
Hace 25 años, la asociación norteamericana Union of Concerned Scientists y más de 1.500 científicos independientes escribieron 'La Advertencia de los Científicos del Mundo a la Humanidad', en la que reclamaban "un gran cambio en la forma de cuidar la Tierra y la vida sobre ella" si quería evitarse una "enorme miseria humana".
En la actualidad, la comunidad científica ha observado que, con la excepción de que se ha estabilizado la capa de ozono, desde 1992 la humanidad ha fracasado en hacer suficientes progresos para resolver los desafíos ambientales previstos.
Esto, según ha apuntado la USC en un comunidad, es "especialmente preocupante" en el "catastrófico cambio climático" de origen humano debido a las crecientes emisiones de GEI procedentes de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la producción agrícola. Además, destacan la extinción masiva de especies.
Así, 25 años después de la primera advertencia, la comunidad científica vuelve alertar de la situación en un 'Segundo Aviso a la Humanidad', publicado en BioScience, con William J. Ripple, de la Universidad Estatal de Oregon (EE.UU), como principal firmante y apoyado por más de 15.000 científicos de todo el mundo, entre ellos numerosos de la USC como Celia Besteiro, Sofía Debén García, Emilio Díaz Varela, Pablo Guitián, Sara Martínez Santalla, Sara Pérez, Raquel Rodríguez Vázquez, Emilio Rolán, Victoriano Urgorri, Zulema Varela o Sebastian Villasante.
Este nuevo manifiesto advierte del peligro del futuro de la humanidad dado el "desproporcionado consumo material y el alocado crecimiento de la población mundial". Para corregir la situación, apuntan diversas acciones para la transición a la sostenibilidad, como promulgar grandes reservas de hábitats protegidos; mantener los servicios ecosistémicos de la naturaleza; restaurar comunidades con plantas autóctonas a gran escala; o remediar la extinción de especies animales, la caza furtiva y la explotación y comercio de especies amenazadas.
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