La intolerancia independentista sigue su hoja de ruta sin atender otras razones que las suyas.
El ya fallecido Papa Juan Pablo II dejó para la historia una frase memorable: "Dios se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso".
Este martes, en el Parlament, se esperaba -porque así lo habían anunciado- que el president Puigdemont leyera la declaración de independencia.
La comparecencia del todavía presidente de la Generalitat de Catalunya en el Parlament para explicar la situación política en Catalunya se convirtió en una pantomima.
Y, si se queda, convoque elecciones y a continuación dedíquese con su amigo Trapero a la paellas con espectáculo porque lo que es de política ya ha hecho por el país bastante.
Dicho lo cual, conociendo que el martes es un día que trae mal fario, bien haría Puigdemont en no tentar al diablo, por mucho que la jerarquía eclesiástica le esté rociando con agua bendita.
Diálogo y mano tendida están siendo una mentira maquillada por unos gobernantes que hace mucho tiempo que se han tirado al monte. Presidente, así no. No se puede estar en misa y repicando.
A pocas horas del día D, las acciones de los instigadores del referéndum ilegal se multiplican y llaman a estar presente en las calles haciendo el máximo ruido para seguir teniendo presencia mediática e intimidar.
Carles Puigdemont y su Gobierno han desobedecido la legalidad constitucional, que es patrimonio de todos los demócratas españoles, patrimonio del conjunto de ciudadanos libres del Reino de España.
Presidente Puigdemont, le recuerdo que vender motos no es propio de un presidente de Catalunya, no lo olvide.
Esa ley, por ese procedimiento, ni es ley, ni es Suprema, ni merece ningún respeto ciudadano, porque una Democracia no se fundamenta encima de un escenario teatral por muy institucional que éste sea, sino en el debate parlamentario y en el respeto a la legalidad.
Si todo transcurre según lo previsto, los Grandes Tribunales tendrán trabajo a destajo, pero también los pobres funcionarios y sobre todo... los Mossos, quienes, de repente, se han convertido en la fuerza de choque del Estado.
Durante la mañana es el turno de los debates y por la tarde, el de las votaciones. Están todas las banderas autonómicas, a pesar de las ausencias.
El panorama político es denso, complicado y nada claro. De todo ello seguiremos hablando. Nos quedan muchos días antes del mes de septiembre.
“El legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de ciudadanos con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos”, decía Platón. La división de los ciudadanos que las propias instituciones están provocando es un sinsentido que nadie entiende y ni comparte.
La vuelta de los archivos de Salamanca a la Generalitat y a los herederos de los propietarios de la documentación más personal ha sido larga, dura y con bastantes desencuentros entre las distintas instituciones. Pero al final el tema se ha resuelto.
La figura del “chulo” siempre ha estado presente en cualquier etapa de la vida de las personas, tanto en lo personal como en lo profesional. ¿Quién no recuerda al chulo de la pandilla, de la escuela, de la universidad o el trabajo? Hay más figuras, pero hoy hablaremos de esta. Hay personas que con el tiempo han superado “la chulería” e incluso se han vuelto personas retraídas, pero son una minoría. Generalmente el que ha sido “chulo” continúa siéndolo hasta el día en que se marcha a ese viaje donde no hay retorno.
Artur Mas, expresidente de la Generalitat de Catalunya, ha renunciado este miércoles al acta de diputado del Parlament por Junts pel Sí (JxSí), después de haber renunciado también a presidir de nuevo el Ejecutivo catalán en favor de Carles Puigdemont.
Se ti non prometes acatar a Constitución que votaron maioritariamente todos os españois --tamén os cataláns-- nin expresas lealdade ao Xefe do Estado e ademais dis de forma clara e explícita que ese mesmo Estado “afoga e humilla a Catalunya”, pois a verdade é que a porta do diálogo derrubáchela estrepitosamente na túa primeira intervención institucional e loxicamente non podes esperar que o Goberno que se acabe formando en España, que se formará, porque o de Patxi López é unha mensaxe clara aos navegantes e sobre todo aos que lles gustan as citas mariñeiras, te vaia a recibir cos brazos abertos e asuma os teus intereses financeiros ou pagos urxentes coa xenerosa afabilidade do amigo de toda a vida.