La pasada semana, con todos los conflictos sin resolver, la espantada durante un mes de Pablo Iglesias por sus líos internos y externos de partido, reaparecía mediáticamente el vicepresidente desaparecido en su televisión de cabecera con nueva imagen que no ha dejado indiferente al respetable.
El Partido Socialista marca distancias con sus socios de Gobierno a la vez que rechaza cualquier intento de que el vicepresidente Pablo Iglesias tenga que dar explicaciones públicas sobre la financiación de la fuerza morada. De esta forma, y sin entrar en el juego de la oposición, Pedro Sánchez echa un capote al líder de Unidas Podemos en un momento de horas bajas para Iglesias.
Hay un refrán que se utiliza con frecuencia “ quien al cielo escupe , a su cara le cae”.
A lo largo de la historia de España- con transformaciones adaptativas a los tiempos- la figura de un determinado prototipo de hombres ha sido una constante: el macho hispánico, un prototipo de hombre de la piel de toro. Muchas películas del cine español han reflejado este arquetipo; desde Alfredo Landa, pasando.
¿Servirá el aproximamiento de Ciudadanos al PSOE para abrir una grieta que rompa el gobierno? ¿Es el apaciguamiento reciente del PP un señuelo para empujar a Sánchez a virar al centro y que se distancie de Iglesias? Consciente de que la política estatal se mueve en estos términos, el vicepresidente tiende la mano a Arrimadas para más pactos puntuales pero también recuerda que la coalición se formó con un "acuerdo programático progresista".
A veces el verano hace honor a su estacionalidad y se recalienta con peleas mediáticas que merece la pena observar y sobre todo seguir, porque, sin la menor duda, esconden los mejor de nuestra agitada profesión de periodistas.
Tras el polémico pacto con Bildu, el PSOE matizó a última hora del jueves que únicamente acabarán con el despido por bajas por enfermedad y con los límites de caducidad de convenios colectivos. Sin embargo, a primera hora del miércoles el vicepresidente contesta que "pacta sunt servanda (lo firmado obliga)". Bildu también dice que el pacto sigue vigente.
El ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha asegurado que en esta crisis del coronavirus Covid-19 desde su ministerio reforzaron las competencias de las CCAA sobre las residencias de mayores y que seguirán haciéndolo.
A lo largo de la historia de la humanidad, siempre ha habido personas que eso de agachar el lomo no va con ellos.
Lo que debería ser una situación excepcional se ha convertido en habitual en los gobiernos de distintos colores que ha tenido la España democrática, y es contrario a los principios constitucionales que sustenta el Estado de Derecho y el sistema parlamentario occidental.
El problema no es la chaqueta de Pablo Iglesias, ni siquiera su vivienda. Son las políticas públicas progresistas que está poniendo en marcha este Gobierno y que se ven facilitadas por los indiscutibles impulsos políticos y talante social que P le está aportando.
Dice un proverbio suizo que “Las palabras son enanos, los ejemplos son gigantes”. Esto viene a cuenta con la increíble historia que estamos viviendo la ciudadanía cuando el vicepresidente Pablo Iglesias, en su afán de protagonismo político, aparece en rueda de prensa, explicando las políticas sociales que va a aplicar su área.
Los centros de poder occidentales, como Estados Unidos, Francia o Inglaterra, tienen inquietud por el hecho de puro sentido común de que los secretos de su Estado puedan ir a parar a manos castristas, rusas, bolivarianas... o del PNV.
A lo largo de los pocos años que Pablo Iglesias lleva en política, se ha demostrado una cosa: miente más que habla, que ya es bastante. Cuando dice una cosa, nos tiene acostumbrados a que siempre es lo contraria.
Los nombres de los ministros que ocuparán las carteras del nuevo Gobierno de Coalición de PSOE y Unidas Podemos van conociéndose poco a poco desde las víspera de la investidura de Pedro Sánchez.
Me consuela que su historia centenaria, la parte buena de la misma, les servirá mucho de ayuda y que la libertad de expresión todavía está vigente, aunque han pasado cosas muy raras en el último mes en las relaciones del Gobierno con los medios de comunicación.
Los dos nuevos miembros del Gobierno -Pablo Iglesias e Irene Montero- son los frescos, no del barrio, sino de un gobierno de izquierdas.
El primer Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos tendrá 20 ministerios, tres vicepresidencias, es decir, tres carteras más que el actual .
El objetivo de esta comparecencia es descargar de presión la negociación para que no se dé un escenario similar al del pasado mes de mayo.