Si la memoria no me engaña, es la primera vez que la izquierda abertzale (en este caso BILDU) le da el voto positivo a una actuación del gobierno español. Y no a una actuación cualquiera, ya que se trataba, como señalaba, de los Presupuestos del estado para el año 2021.
Está fuera de toda duda que con la aprobación de los Presupuestos 2021 se abrió en España la puerta tanto a un nuevo ciclo como a una reagrupación novedosa de los actores en el escenario político español. Los datos que avalan esta afirmación son contundentes.
Un escenario político que los barones socialistas, nostálgicos del bipartidismo y la alternancia (PSOE, PP), con sus comportamientos parecen querer que se ignore. Comportamientos que no los dejan en muy buen lugar como tampoco su preferencia por unas prácticas políticas que tienen más de conspirativas que de democráticas.
Reformas que alcanzan a asuntos muy relevantes y centrales del régimen del 78 y que van desde la jefatura del estado hasta el poder judicial, pasando por la definición del propio estado español como un estado plurinacional.
El Gobierno de España tiene confeccionados ya los Presupuestos Generales del Estado que presentará ante la Cámara, pendientes de su presentación y aprobación por el Consejo de Ministros, algo que sucederá este martes. Con todo, el presidente, Pedro Sánchez, ha querido adelantarle la noticia a los regidores autonómicos en la Conferencia de Presidentes.
La división independentista es un hecho, aunque en política nunca dos más dos son cuatro, y las cosas pueden cambiar, pero hoy por hoy la brecha abierta en los dos partidos que aun gobiernan es muy grande como para repetir coalición tras las elecciones.
El pleno del Ayuntamiento de Ourense ha aprobado este lunes, de manera inicial, los presupuestos para el año 2020, que ascienden a 103.126.170 euros. La propuesta ha salido adelante con los 14 votos a favor del equipo de gobierno (DO-PP) y los 13 votos en contra de la oposición (PSOE, BNG y Cs).
Al presidente le toca ahora aprobar unas cuentas si no quiere verse condenado a seguir gobernando con los presupuestos de Montoro. Dado lo explosivo de la política catalana, el PSOE prefiere no forzar la máquina y que se aclare antes cuándo habrá elecciones en la Generalitat. Por ahora, no ha negociado las cuentas ni con ERC, ni tampoco con el BNG.
El Gobierno presidido por Pedro Sánchez no lo va a tener nada fácil. Aunque hay gobernantes que en la adversidad se crecen. Habrá que darle los cien días de gracia al Gobierno.
El pacto entre ambas formaciones solo contempla la investidura de Pedro Sánchez y deja el aval a las cuentas públicas para una futura negociación.
Unas elecciones en las que deben estar EN MAREA y PODEMOS pero no enfrentados: sería un suicidio injustificable, sería hacerle un regalo las derechas (PP, Cs y VOX).
Está por ver que el líder de la confluencia sea capaz de imponer este criterio entre los diputados de En Marea, pues la mayoría de ellos son muy críticos con él
El presidente del gobierno considera que los PGE son “una apuesta decidida por el crecimiento inteligente”.
PP, BNG y PSdeG censuran la baja ejecución presupuestaria y la poca voluntad negociadora y Martiño Noriega les acusa de estar en clave electoral.