Alberto Nuñez Feijóo es el mejor situado para suceder a Mariano Rajoy pero, de momento, tendrá que esperar. Ojo, el presidente de la Xunta tampoco tiene asegurado hacerse con el mando de los conservadores a nivel estatal.


Este es el punto de vista más común entre los dirigentes del PPdeG consultados por Galiciapress durante este fin de semana.  Los matices varían entre los optimistas que dan por seguro que el PP seguirá al final liderado por un gallego y los que siembran las dudas sobre la solidez de la relación Rajoy-Feijóo.


En el PP gallego dan por hecho que el ex-presidente del Gobierno no abrirá el debate de su sucesión inmediatamente. La reunión del Comité de Dirección de este martes servirá, sobre todo, para defender el legado del marianismo . Un Rajoy derribado por una "traición a España" que, tirando de las riendas ahora, dejará claro que será el quien dirima la sucesión aplicando sus ritmos, que como todo el mundo sabe no son los de Usain Bolt.


Como prueba apuntan a que Rajoy ya ha decidido poner trabas a los presupuestos del Estado en el Senado. Si el de Pontevedra apostase por dejar el timón, lo lógico es que el rumbo de la oposición no lo decidiese él, sino su sucesor.


Consciente de que Rajoy es poco dado a la precipitación, Feijóo está jugando sus cartas con prudencia. Por ahora el presidente gallego insiste en que su único compromiso es con Galicia y reniega -enarbolando eso de "yo nunca seré un Judas"- de las informaciones que apuntaron a que ya antes de la moción de censura Feijóo se movió buscando un Congreso Extraordinario. Informaciones que, por cierto, hacen mucho daño a sus aspiraciones de ser elegido por el dedo de Rajoy y que podrían provenir de sus rivales. Los dirigentes del PPdeG consultados insisten en que Feijóo solo cambiará de discurso una vez que tenga asegurado -en su caso- ser el sucesor.


En su caso, porque en el PP gallego insisten que no las tiene todas consigo, y con razón. Son varios los mandatarios conservadores que insisten en que la relación de Rajoy con Feijóo a nivel personal no es tan próxima como muchos creen. "¿Cuantas veces has visto a Alberto paseando con Mariano por la Ruta da Auga?" preguntan en referencia a las frecuentes caminatas del ex-jefe del Ejecutivo por Ribadumia en sus vacaciones.



Rajoy de paseo por Ribadumia


Feijóo, pese a negarlo siempre de puertas para fuera, lleva años compitiendo por la carrera del poder en Madrid. Para comprobarlo, basta ver las constantes inserciones publicitarias de la Xunta en la prensa estatal o los casi continuos viajes a la capital del Estado para ser entrevistado en programas de televisión, incluso en la prensa rosa. 


Una ambición que muchos en el PP gallego creen que juega en su contra, pues pudo molestar en su momento en la cúpula del marianismo,  sobre todo en los momentos más duros de la crisis, cuando la figura de Rajoy parecía tambalearse por el incremento del paro, los recortes y el estallido de la Gürtel. Tiempos en los que, recuerdan varias fuentes del PP con clara intención, llegaron a la prensa las fotos con Marcial Dorado, que llevaban años guardadas en un cajón y que el PSOE -pese a tenerlas- no usó cuando más le interesaba, en la campaña de unas elecciones gallegas.


La amistad con el narco es el principal lastre de un Feijóo que, por lo demás, puede presumir -y el lo hace al recordar su relativamente reciente militancia en el PP- no estar manchado directamente por los grandes casos de corrupción a nivel estatal. Que haya un capo en la cárcel que pueda tener información delicada sobre un posible candidato a presidente del Gobierno es algo que da vertigo a muchos.


A favor de Feijóo juega sobre todo la debilidad territorial de sus rivales. Mientras el lleva años cultivando la relación con otros líderes autonómicos, María Dolores de Cospedal y Soraya Saéz de Santamaría carecen de la red de contactos del de Os Peares. 


Son, además, dos mujeres demasiado próximas al marianismo, lo que las lastraría a la hora de enarbolar un nuevo discurso delante de unos electores que aún tienen muchos titulares sobre la Gürtel y otras operaciones que leer. Y por eso muchos en el PP creen que Feijóo sería el mejor sucesor; pero, resignados, admiten que todo depende, al menos por ahora, de la estrategia de Mariano para gestionar su herencia. 


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