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Pancarta instalada en la playa de Tapia


Ha pasado más de un mes desde que vecinas y vecinos de la zona de Ponte Albar encontrasen truchas y escalos "moribundos y muertos" flotando en el río Tambre. El agua, según explica el vecindario, tenía "una notalidad muy oscura, espuma y desprendía un olor nauseabundo". 


Esto sucedió el 22 de junio, y el mismo día alertaron al 112  y al SEPRONA, "que llevaron  cabo una investigación". Además de provocar el cierre temporal de la playa fluvial de Tapia, el vecindario esperaba conocer los resultados de unos análisis que, a día de hoy, desconocen por completo. Piden explicaciones a las autoridades competentes sobre las causas que originaron la situación, "respetando el derecho de vecinos y vecinas a tener información sobre la problemática medio ambiental de lo sucedido en el río", declaran. 


Ante la desinformación sobre una zona utilizada por bañistas, pescadoras y pescadores, el vecindario ha entregado unos escritos formales a la directora general de Patrimonio Natural, Ana María Díaz López, y a Augas de Galicia, como organismo adjunto a la Consellería de Medio Ambiente que, consideran, "debería informar cuanto antes de los resultados de la investigación llevada a cabo por los técnicos de PCV y la Policía Autonómica, y velar porque no se repitan hechos similares sistemáticamente". 


En total 158 personas se han sumado a la solicitud de explicaciones sobre "la vida y la salud del río que abastece Compostela y que riega tantos lugares hasta su desembocadura en la ría de Noia". La Plataforma Stop Vertedoiro Santiago ha mostrado su apoyo a las protestas por la mortalidad piscícola en el Tambre, que no afirman que tenga una relación directa con la problemática del complejo de residuos de Miramontes, "pero como ciudadanos" se sienten "preocupados y alarmados por la dejadez que exsite en términos medio ambientales". 

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