Una de las zonas de la ría de Muros y Noia ha reabierto a la extracción de navaja y longueirón, tras la resolución del Instituto Tecnolóxico de Control do Medio Mariño (Intecmar) de este martes.

Así, la zona uno de la ría se ha reabierto al marisqueo de navaja y longueirón, pero sigue cerrada por la aparición de la toxina ASP (amnésica) para el resto de moluscos.

Por otra parte, se ha clausurado cautelarmente al marisqueo este martes al completo la ría de Ares y Betanzos por la existencia de toxina lipofílica (diarreica), que afectan a moluscos bivalvos cultivados en viveros flotantes.

A excepción de estos casos y dos zonas de cultivo de ostra en Redondela y O Grove, el resto de rías están operativas para el marisqueo sin presencia de marea roja.

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