Hace un guiño especial al PSdeG en su apelación al consenso, mientras toda la oposición le afea en bloque los "recortes" en sanidad

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha cerrado la primera jornada del Debate sobre el Estado de la Autonomía con un llamamiento a "trabajar juntos" --con un guiño especial al PSdeG, al que ha mencionado expresamente--, al tiempo que ha garantizado "estabilidad institucional desde aquí hasta el final".

Esa contraposición de la "estabilidad" de su Ejecutivo con la "debilidad" del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido un eje recurrente en la intervención del presidente gallego a lo largo de esta primera jornada y no ha faltado en un cierre en el que ha repasado las principales medidas que previamente había anunciado, como la rebaja de impuestos para la compra de vivienda usada.

"Galicia no necesita copiar a ninguna otra comunidad. Aquí hay ejemplos de previsión, responsabilidad, de futuro frente a quien mira al pasado. Un ejemplo de país frente a quien solo se preocupa de sobrevivir", ha proclamado, al tiempo que ha defendido que se está "mejor que en 2009" y ha augurado que, "en 2020, muy probablemente, se estará aún mejor".

Con todo, consciente de que quedan "cosas por hacer", ha hecho un llamamiento a los grupos a "trabajar juntos" y "reivindicar el mejor rostro que tiene Galicia". Los "consensos", a su modo de ver, son claves de cara al Xacobeo del año 2021, que "no será solo un Año Santo, sino la declaración de intenciones de lo que Galicia quiere ser en la próxima década: una tierra bien cuidada en integradora".

"No dejemos de hacer el trabajo conjunto para que la Galicia de 2021 sea de la que nos sintamos más orgullosos. Será nuestro compromiso desde hoy hasta siempre", ha apelado el jefe del Ejecutivo, quien ha subrayado que "igual que se hace camino al andar, se hace Galicia al gobernar".

En su llamada al consenso hizo un especial guiño al PSdeG, al recordar el valor que concede al dictamen con medidas de prevención de incendios que salió, con el apoyo de los socialistas, de la comisión de estudio de política forestal activada tras la ola de incendios de mediados de octubre de 2017.

También el portavoz de los populares en la Cámara, Pedro Puy, había apelado al consenso antes que el presidente, en lo que es la previa de la jornada en la que los grupos presentarán y negociarán las propuestas de resolución del debate de política general.

LAS CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
En su cierre, Feijóo ha concedido la "medalla de la postverdad" a Ana Pontón por "afirmar que el BNG ganó las elecciones a Manuel Fraga" e incidió en que Luís Villares (En Marea) está "lleno de odio". "Probablemente porque tiene mucho odio a su alrededor", ha lamentado, antes de desear al dirigente rupturista "mucha suerte en el futuro".

Previamente, había descalificado la intervención de Villares y había rechazado responder a su "indignidad" --el dirigente rupturista replicó después que "le honraba su desprecio"--, mientras que optó por defender su gestión de las duras críticas que también recibió de Pontón y del socialista Luís Villares.

La muerte de un paciente en un PAC de A Estrada el pasado verano, la activación de la comisión por los "recortes" en la sanidad gallega, la preocupación por los incendios y la exigencia de que dimita el alcalde de Vilanova de Arousa, el popular Gonzalo Durán, por referirse a la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, como la "chacha para todo" del "anciano" Abel Caballero fueron claves comunes para toda la oposición.

Feijóo defendió la gestión en la sanidad pública y evitó pronunciarse expresamente sobre el episodio del alcalde de Vilanova, pero defendió que su Ejecutivo "da la batalla por la igualdad" y ha adoptado "numerosas medidas" para combatir la violencia machista y ayudar a las víctimas.

AMBIENTE EN EL PAZO DO HÓRREO
Como es habitual en este tipo de citas políticas, el debate de política general ha traído la visita al Pazo do Hórreo de diversas autoridades y cargos políticos de todos los partidos políticos. Algunos se dejaron ver por la cafetería a primera hora o a lo largo de la jornada y todos, en uno u otro momento, en la tribuna de invitados del hemiciclo.

Por la mañana, cuando Feijóo pronunció su discurso inicial, que se prolongó durante dos horas y fue aplaudido por los suyos en medio centenar de ocasiones --la primera gran ovación llegó con su reivindicación del fallecido expresidente Gerardo Fernández Albor--, la mayoría de cargos que lo siguieron desde la tribuna estaban vinculados con el PPdeG.

Quizás la excepción más comentada fue la presencia de los diputados en las Cortes Antón Gómez-Reino y Carolina Bescansa, candidatos en liza por el liderazgo de Podemos Galicia. Ambos se saludaron al llegar con un par de besos y ocuparon, sin más, sus respectivos asientos. Siguieron el debate solo durante la mañana y después se ausentaron.

A Feijóo no se le escapó este detalle y, en su primera intervención de la tarde, aprovechó para dar las gracias a todos aquellos cargos que sí habían permanecido en el hemiciclo durante las dos partes de la jornada.

No fue el caso del secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, que se desplazó a la Cámara para escuchar a su portavoz parlamentario, Xoaquín Fernández Leiceaga. El histórico nacionalista Xosé Manuel Beiras hizo lo propio para oír la intervención de Luís Villares y abandonó el hemiciclo molesto tras ser amonestado por el jefe del Legislativo, Miguel Santalices, por aplaudir.

Fue el primer día en el que se sentaron en la Cámara las conselleiras de Política Social, Fabiola García, y Educación, Carmen Pomar. También el nuevo titular de Medio Rural, José González, estrenó las bancadas del Gobierno. En ellas, durante la intervención de Feijóo, estuvieron los miembros del equipo de Gobierno de Feijóo en pleno, a excepción de la titular de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, quien ha acudido al Consejo de Ministros Europeos de Medio Ambiente en Luxemburgo.

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