García Negro, Francisco Rodríguez, Pontón, Antón Sánchez y Fernán-Vello coinciden el Estado español aún tiene que "reconocer los pueblos"

Cien años después de la Asamblea Nacionalista de Lugo, que se cumplen los próximos 17 y 18 de noviembre, el manifiesto que se aprobó bebiendo del impulso que le había dado el grupo de intelectuales que formaban las Irmandades da Fala sigue con "total vigencia", según distintas voces del nacionalismo gallego. Únicamente observan un logro: el voto de la mujer.

Aunque una de las reclamaciones era la cooficialidad del idioma gallega, reconocido así en el Estatuto de Autonomía y en la Constitución (para el territorio autonómico), también está conseguida, las voces que han expresado su parecer para Europa Press creen que la pretensión de normalizar el uso de la lengua propia no se ha alcanzado.

Pero sin quedarse ahí, el manifiesto nacionalista ya pedía cuestiones como la autonomía fiscal para Galicia "sin intervención del poder central", la supresión de las diputaciones provinciales, una banca pública propia, la competencia en materia ferroviaria, un derecho foral gallego, e incluso declaraba un "crimen contra Galicia el permanente absentismo de los propietarios de la tierra" y la "repoblación forestal forzosa".

"¿Donde está el poder gallego?", se pregunta Pilar García Negro, histórica diputada del Parlamento de Galicia por el BNG y quien asevera que aquel manifiesto tiene "todo un esqueleto o armazón política que mantiene toda su vigencia". Lo corrobora Francisco Rodríguez, ahora retirado de la primera línea política pero cofundador del BNG y veterano exdirigente de la UPG: "La vigencia es total, porque el contenido no se ha realizado, sino que está en las antípodas de lo que se quería en la asamblea de Lugo".

La actual portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, observa que el manifiesto nacionalista constituye un texto "socialmente muy avanzado y políticamente da un salto cualitativo". De hecho, y aunque haya cuestiones que pueden "rechinar" en la óptica actual, ha concluido que "más allá de los puntos concretos que tenían que ver con la sociedad de aquella época, hay un elemento que sigue siendo necesario: Galicia como país sigue necesitando tener poder político"

Para el portavoz nacional de Anova, Antón Sánchez, el manifiesto "de una lucidez enorme" está "vigente". "Sigue teniendo sentido reclamar lo que hace cien años reclamaban los nacionalistas en Galicia, de una forma actualizada. Es un acto donde inspirar la labor y tratamos de recoger el testigo", ha manifestado, en declaraciones a Europa Press.

"Si hay un Estado español democrático tiene que ser aquel que respete el derecho a decidir; no es posible la democracia sin reconocer los pueblos de España", ha incidido el dirigente nacionalista.

El diputado en el Congreso e intelectual lucense Miguel Anxo Fernán-Vello destaca que se trató de un "manifiesto de una lucidez nacionalista absoluta". "Además, algo que para mí es muy importante, porque me siento así: el nacionalismo como una forma de humanismo, humanista", ha proclamado.

AHORA Y FUTURO DEL NACIONALISMO
"La situación es tan sumamente precaria y mala", ha analizado Francisco Rodríguez, que el primer "objetivo" debería pasar por "una mayoría social que tenga un 'pouquiño' de conciencia de país y a Galicia como referencia".

"Es lo que está fallando, que la crisis evidente que hay del régimen, Galicia la emplee para ejercer la soberanía", ha manifestado, antes de sentenciar: "La mayoría de la sociedad vive encarcelada mentalmente en España; y el mundo mundial empieza por nosotros, y hay mucho más mundo mundial después de España".

Pilar García Negro cree el nacionalismo gallego "no conveniente, sino imprescindible" en este "mundo globalizado". "La Constitución española no reconoce al pueblo gallego y el pueblo gallego existe como nación: tiene una lengua, una sociología y necesidades propias", ha analizado la política.

Compara la situación con la de la mujer para apelar a la necesidad de "capacidad de decisión, independencia de criterio, autonomía moral y mental": "Para eso tenemos que tener instrumentos de gobierno efectivos y la autonomía no sirve".

"Habrá democracia plena cuando se reconozca que existen los pueblos y que tenemos derecho a decidir nuestro futuro", advierte Ana Pontón, quien ha advertido de que hay "un halo común" con el resto de pueblos que están "luchando por mantener el control sobre sus recursos" y que "no sean el FMI ni las grandes potencias internacionales los que marquen nuestro destino".

"No queremos ser más que nadie, pero tampoco menos. Vivimos en un estado con una visión centralista que no solo sirve para que los centros de decisión estén ahí, pero eso tiene consecuencias económicas, políticas y sociales", reivindica la dirigente nacionalista.

El papel del nacionalismo gallego, bebiendo de este manifiesto, debe ser el de "unificar las demandas de Galicia como nación con las de las mayorías sociales". Y advierte: "No hay salida en el Estado español que no pase por el reconocimiento de los pueblos".

ACTOS
Como cada año, la ciudad de Lugo acogerá actos para conmemorar la efeméride durante próximo fin de semana. Así, la plataforma soberanista 'Vía Galega' organiza el domingo 18 una jornada en Lugo para celebrar el centenario de la asamblea.

La cita tendrá lugar en el paseo superior de la Muralla a partir de las 10,45 horas con un acto de bienvenida. A continuación, procederán a la aprobación de la 'Carta de Dereitos do Pobo Galego' en un acto que estará amenizado con actuaciones musicales. Tras esto, el Hotel Méndez Núñez acogerá una ofrenda floral en una jornada que se cerrará con la interpretación del himno gallego.

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