La Xunta lleva invertidos desde 2010 algo más de 4,3 millones de euros en ayudas a la cooperación para el desarrollo en Perú, considerado país estratégico desde el I Plan director de la Cooperación Gallega de 2006-2009 y que, en los últimos años, ha sido uno de los máximos receptores de ayudas en la materia.

La mayoría de estos fondos fueron canalizados de manera indirecta, esto es, a través de distintas convocatorias de concurrencia competitiva y con la colaboración de los agentes de cooperación.

En cuanto a la distribución sectorial de las ayudas, el primer lugar lo ocupa el sector de la educación básica y la técnica vocacional (23,6%), seguida por el apoyo al sector de la producción agrícola (20,63%) y del sector acuícola y pesquero (18,78%).

Precisamente, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha visitado este sábado en Cuzco varios de estos proyectos de cooperación que se centran, en este caso, en la puesta en valor de la producción local agropecuaria. Todos ellos, impulsados por la Fundación Taller de Solidaridad en agrupación con la Fundación Entreculturas Fe y Alegría y en colaboración con la entidad local Asociación Jesús Obrero, se desarrollaron entre 2014 y 2018 en la provincia de Quispicanchi y recibieron una subvención de cerca de 420.000 euros.

La iniciativa se centró, inicialmente, en agregar valor a la producción agropecuaria de, fundamentalmente, lácteos y cobayas. Gracias a este proyecto, se fortalecieron las capacidades técnicas de 94 productores, mejorando la calidad de los productos lácteos e iniciando el proceso para hacer lo mismos con los cuyes. Así lo pudo comprobar el vicepresidente de la Xunta, durante su visita esta tarde a una experiencia de sembrado y cosecha en la comunidad de Cuyuni, en Ccatcca.

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