La plantilla de la 'zona azul' de Vigo mantiene su calendario de protestas, que este jueves les ha llevado nuevamente a las puertas del Ayuntamiento, donde se han concentrado junto con delegados de UGT, para pedir la "dimisión" del concejal de Seguridad, Carlos López Font, y la intervención de la administración municipal para que la empresa concesionaria del servicio, Dornier, readmita a los trabajadores despedidos.

Los operarios, que ya llevan 110 días de huelga indefinida, mantienen que "está en las manos" del alcalde, Abel Caballero, y del gobierno local, poner fin a un conflicto que se inició por el incumplimiento del pliego por parte de una empresa concesionaria del Ayuntamiento, tal y como ha señalado el portavoz de la plantilla, Julio Fernández Comesaña.

A ese respecto, ha recordado que el Ayuntamiento puso en marcha un expediente contra la empresa para, por un lado, intervenir el servicio y, por otro, rescindir el contrato con Dornier. Asimismo, Fernández Comesaña ha señalado que la plantilla "le va a tomar la palabra al alcalde", y espera ser recibida por Abel Caballero.

El portavoz de los trabajadores también ha avanzado que está prevista una reunión, el próximo 28 de diciembre --aunque intentarán adelantarla-- con la empresa concesionaria, y con la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais. "Nosotros siempre estuvimos dispuestos a dialogar, y mantenemos la propuesta que hicimos a la empresa, de que se readmita a los despedidos y luego se negocie un plan de bajas", ha incidido Fernández Comesaña.

Mientras, la plantilla mantiene las protestas y prevé pasar la cena de Nochebuena en el árbol de Navidad gigante instalado en Porta do Sol por el Ayuntamiento.

Sin embargo, los casi 4 meses sin cobrar están "haciendo mella" en los trabajadores, que se encuentran en una situación de "muchísima ansiedad". De hecho, uno de ellos está hospitalizado con un cuadro de arritmias, mientras que otra trabajadora sufrió una crisis de ansiedad durante la concentración de este jueves ante el Ayuntamiento olívico y tuvo que ser atendida por sanitarios que acudieron en ambulancia a Praza do Rei.

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