No es ninguna novedad plantear que la llegada de la hiperconectividad ha cambiado la

forma en la que comprendemos el mundo día a día. Esto, por supuesto, afecta a distintas

ramas del interés humano, como pueden ser la política, la filosofía e incluso la

economía. ¿Cómo posicionarnos ante la llega de Internet? Los gobiernos locales y

regionales poseen un claro desafío en esa materia, al tener que actualizar leyes y líneas

de pensamiento para nuevos modos de producción y circulación. En la siguiente nota,

nos centraremos en posibles respuestas a estos nuevos interrogantes.





La forma en la que habitábamos y comprendíamos el mundo se ha visto trastocada de

gran manera en estas últimas tres décadas. La llegada de la globalización y la

hiperconectividad de la mano de Internet cambiaron el eje en el que nos posicionábamos

en muchas actividades intrínsecas al ser humano, como la política, la economía y hasta

la propia filosofía. En ese sentido, no podemos evitar pensar cómo la llegada del

universo web y la digitalización cambiaron los mecanismos de producción y circulación

en materia industrial, así como generó nuevos mercados, productos y servicios.


En esa misma dirección, diferentes gobiernos locales y regionales se encuentran en la

disyuntiva de tener que actualizar sus reglamentaciones en materia de regulación

económica, ya que el mundo se actualiza de una manera mucho más veloz y burocrática

que las leyes en la mayoría de los casos. En regiones como la la Unión Europea , estos

debates son centrales, ya que implica la adecuación de leyes nacionales e

internacionales que tengan la posibilidad de cuidar los trabajos tradicionales y, al mismo

tiempo, atender las necesidades y particularidades de las nuevas unidades de negocios

que nacieron bajo la luz de la innovación tecnológica.


Una de los ejemplos más claros son las salas de casino online , las cuales han obligado a

muchos países a actualizar sus normativas relacionadas a las apuestas y los casinos

tradicionales, ya que las condiciones de producción completamente distintas. Sin ir más

lejos, Internet mismo generó esa discusión con respecto a las leyes regulatorias en

materia de radiodifusión, producción cultural y, en casos como la música o el contenido

audiovisual, cambiar algunos parámetros relacionados a los derechos de autor. Algo

similar ocurre con sitios de compra y venta de productos y servicios, como es el caso de

Amazon, Ebay o Alibabá.


De esta manera, es interesante pensar los desafíos de la actualidad y también de cara a

un futuro cercano, en donde quizás nuevas tecnologías modifiquen nuevamente las

formas de producción económica. Las nuevas reglamentaciones ayudarán a organizar

mejor el comercio actual, creando reglas igualitarias para las tecnologías online y

offline, pero a la vez que tengan en cuenta con qué herramientas cada una y, al mismo

tiempo, qué necesitan.


Los próximos años serán claves en ese sentido y es por eso que los ojos del mundo se

posicionan en estas conversaciones. Inversores de todo el mundo ya se encuentran

recolectando información al respecto.

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