La ingesta moderada y regular de cerveza y otras bebidas fermentadas en la dieta mediterránea podría reducir la mortalidad por enfermedad cardiovascular debido a su alto contenido en polifenoles, un tipo de antioxidantes que se encuentran en estas bebidas.
Así lo ha explicado el doctor del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona Ramón Estruch que participa en el XV Congreso Seedo, que tiene lugar entre este miércoles y este viernes en Vigo.
El doctor ha explicado que un consumo moderado de bebidas fermentadas como la cerveza --entre una y dos cañas al día en el caso de las mujeres y entre dos y tres cañas para los hombres, siempre en adultos sanos--, podría mejorar el perfil lipídico y favorecer la absorción de polifenoles.
La investigación, sobre la que ha hablado Estruch, apunta que los antioxidantes que contienen este tipo de bebidas podrían ejercer un efecto protector frente a la aparición de enfermedades cardiovasculares.
ESTUDIO
Según el estudio, publicado en revistas de prestigio internacional, el consumo moderado y regular de cerveza en las comidas principales podría ejercer un efecto protector en la aparición y progresión del endurecimiento de los vasos sanguíneos por la acumulación de grasa, así como sobre diferentes factores de riesgo cardiovascular.
Asimismo, durante las investigaciones se observó que la composición corporal --peso, índice de masa corporal y relación entre cintura y cadera-- de los sujetos participantes "no se vio afectada tras el consumo moderado de cerveza".
La investigación también apunta a la posible bajada de la presión arterial sistólica tras el consumo moderado de cerveza, en especial en el caso de la cerveza sin alcohol. Además, se observó que otras variables, como el colesterol bueno, aumentaban.
El estudio ha sido realizado en España entre 7.447 adultos con factores de riesgo vascular. En él se midió el agregado de la mortalidad cardiovascular, infarto y accidente bascular cerebral.