El defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, ha instado este miércoles a la Xunta a actuar "con más contundencia y determinación" para revertir la contaminación que sufre el área del municipio pontevedrés de O Porriño.
Concretamente, reclama al Gobierno gallego que declare como suelo contaminado los terrenos de Fonte Contrasto --donde los valores son muy superiores a lo establecido por las normas-- y otros terrenos donde se superen los niveles de concentración de lindano fijados por la normativa, una vez se completen los estudios en curso.
Del mismo modo, pide que se modifique la Orden de 2001, por la que se declara suelo contaminado a los terrenos afectados del polígono de Torneiros, ya que cuando se llevó a cabo esta denominación, todavía estaba vigente la antigua Ley de Residuos de 1998. Esta declaración, según el Defensor del Pueblo, no se ajusta al contenido que actualmente exige la normativa estatal y autonómica, que requiere identificar a los responsables de la descontaminación, determinar las actuaciones de recuperación y fijar plazos de cumplimiento.
Este órgano, encargado de velar por los derechos de los ciudadanos, ha expresado su disconformidad con el estado de este proceso en la zona de O Porriño, cercana a Vigo. Según refleja su comunicado de prensa, "el proceso de descontaminación no puede durar indefinidamente a costa de mantener unos riesgos potenciales para la salud de los ciudadanos y para la protección del medio ambiente.
El lindano acumulado en los suelos de O Porriño, de donde pasa a las aguas subterráneas y a las superficiales, procede de los residuos generados en la producción de insecticidas durante los años 50, cita la resolución de la defensoría. Aunque el uso de este compuesto --formado por la sustancia denominada hexaclorociclohexano (HCH)-- fue restringido a partir de la década de 1970, el suelo no fue descontaminado.
Al conocerse que parte de una zona contaminada había quedado al descubierto con motivo de unas obras en la red de saneamiento municipal, el Defensor del Pueblo abrió en mayo del año pasado una actuación de oficio ante la Consellería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Xunta de Galicia y ante la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para conocer la dimensión de este problema y las medidas adoptadas por la Administración.
La institución, que señala concluir que la Administración conocía la situación de este suelo desde 1992, reconoce, no obstante, que "la Xunta no ha permanecido inactiva y que se han adoptado medidas en coordinación con el Ayuntamiento de O Porriño".
TOXICIDAD COMPROBADA
La OMS recomienda tratar el lindano como una sustancia cancerígena, aunque estos efectos solo se han comprobado, hasta el momento, en animales.
Además, en pequeñas cantidades, pero en exposiciones largas, causa problemas hepáticos, renales, hormonales, ginecológicos, anemias y del sistema nervioso.