La profunda crisis económica de la institución bonaerense ha llegado hasta este extremo, en el que dos empleadas han tratado de suicidarse dentro del complejo.



Los 400 empleados que quedaron en el Centro Gallego de Buenos Aires después de una importante reducción de plantilla llevan ya 18 meses sin cobrar. Este año y medio ha sido una etapa tremendamente dura para los trabajadores, hasta el extremo de que dos empleadas han tratado de quitarse la vida el pasado viernes 19 de abril.


Dos compañeras intentaron quitarse la vida adentro, una se quiso tirar y la otra prenderse fuego. Tuvo que intervenir la policía”, señalan fuentes del Centro Gallego.


Así lo denuncian varios medios argentinos que recogen la situación del complejo. Además, las empleadas denuncian las jubilaciones voluntarias a miembros de la plantilla, las reducciones de sueldo a los empleados que todavía permanecen y las restricciones que ha hecho la Sanidad argentina a la institución.


En la misma línea, una empleada denuncia que el interventor del Centro Gallego, Martín Moyano Barro, lleva “6 meses sin ir por la institución”. “Supuestamente hay un montón de compradores y dicen que tenemos que esperar a la asamblea del 9 de mayo, pero no podemos esperar”, lamenta una trabajadora del centro, que advierte que aunque piden el cierre “si no da para más” de momento “no lo dan”. 

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