12 de marzo de 2018, los sindicatos de PN y asociaciones profesionales de la GC han rechazado el Acuerdo de Equiparación Salarial con el Ministerio del Interior.


En los medios de comunicación los titulares son claros y concisos, coincidiendo todos en la oportunidad histórica perdida por parte de los representantes legítimos de los miembros de las FCSE, a los que el Ministerio tilda de irresponsables.


Los ciudadanos de a pie sienten que el apoyo que le han dado a su PN y GC ha sido en vano, pero lo cierto es que no es así. Queda una bala en la recámara, la ILP. Un sector del colectivo se encomienda ciegamente a ella.


Pasa el tiempo. Avanza 2018. Llega el mes de noviembre y se produce la votación de la Iniciativa Legislativa Popular en el Congreso, resultando aprobada su tramitación. Por delante 3 meses para que el Gobierno actualice complementos y consulte con organizaciones empresariales para tomar forma con las correspondientes enmiendas. Es entonces cuando todo se para en el mes de febrero de 2019. Unos días antes se había cumplido el plazo de dichos 3 meses, sin ningún tipo de resultado para los miembros de ambos Cuerpos. Es entonces cuando el Presidente del Gobierno convoca Elecciones Generales y disuelve las Cortes.


Comienzan las dudas, ya no solo por la caducidad o no de la ILP, cosa que se resolverá en unos meses, sino por el panorama político que se viene encima con la formación de un nuevo gobierno que quizá se alargue en el tiempo y que hace inevitable pensar “¿y si hubiésemos firmado qué hubiese pasado?”. Funcionarios de Prisiones, jubilados, profesores y otros colectivos pueden dar cuenta del resultado.


No podemos predecir lo que pasará a partir de mañana pero lo que sí sabemos es lo que ha sucedido realmente hasta hoy y la respuesta la tenemos policías y guardias civiles en nuestras nóminas: 300 razones más que el 12 de marzo de 2018.

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