La dirección de En Marea ha emitido un comunicado en el que expresa que "no acepta" la votación del grupo parlamentario para elegir el senador por designación autonómica por tratarse de "una imposición de Podemos".

En la nota de prensa, remitida a las medios a las 22,00 horas, la dirección del partido instrumental --en el que solo participan afines al portavoz, Luís Villares-- afirma que la votación promovida por los diputados críticos con el magistrado lucense es "una imposición de un grupo que quiere dictar su criterio y que transparenta su desgana para llegar a acuerdos".

Se trata del último episodio de la fractura del espacio político que, ahora, únicamente pervive unido en el grupo parlamentario de la Cámara gallega, donde Luís Villares cuenta tan solo con el apoyo explícito de tres de sus 13 compañeros en el Pazo do Hórreo.

Así, desacreditan la votación que en la noche del miércoles realizan los diputados de manera telemática para acordar el nombre del senador que corresponde a En Marea como segunda fuerza en la Cámara.

Con todo, los diputados críticos con Villares (miembros de Anova, Esquerda Unida y Podemos) no consideran que la dirección del partido instrumental tenga potestad para marcar criterios o posturas sobre el grupo, por lo que, previsiblemente, desoirán la línea marcada por la coordinadora de En Marea como ocurrió con la petición de dimisión a la parlamentaria Paula Quinteiro el pasado año.

Sobre la mesa había dos nombres: el exconcejal coruñés José Manuel Sande, propuesto por los críticos con Villares, y Mariló Candedo, opción de la dirección del partido instrumental, que justifica su elección por haber sido la persona más votada en las primarias para la configuración de listas en las últimas elecciones generales, en las que el espacio político concurrió dividido.

VOTACIÓN
Villares trató de salvar la votación propiendo una 'tercera vía' al proponer para el puesto al diputado Manuel Lago, independiente aunque ligado a Esquerda Unida. Lago declinó la oferta y la votación siguió en pie. Según fuentes consultadas por Europa Press, Sande iba en cabeza con ocho apoyos por solo uno de Candedo.

"En Marea considera que Unidas Podemos quiere forzar la votación para imponer su solución porque en el calendario parlamentario es el Partido Popular quien está marcando los plazos y quien cambió las fechas y habría tiempo para una negociación para conseguir un nombre válido para todas las partes", afirma la dirección del partido instrumental.

Además, censura la "deriva verticalista de Podemos" por "no escuchar a todas las partes que forman parte de En Marea, reduciendo la horizontalidad en la organización y la transversalidad en el funcionamiento".

"Unidas Podemos y Anova ignoraron el criterio de la participación y de la horizontalidad proponiendo un nombre vinculado a una parte y sin ninguna vinculación ni con el grupo parlamentario, ni con la vida política de En Marea", remarcan en referencia a José Manuel Sande, de Marea Atlántica, organización crítica con el rumbo emprendido por la dirección de En Marea con Villares al frente.

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