La Fiscalía demanda 12 años de prisión para un hombre acusado de abusos continuados a una menor y su amiga, a las que supuestamente pagaba por fotografías de contenido sexual, así como dos años más de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas prohibidas, objetos encontrados en su oficina.

Además, el Ministerio Público le reclama 12 años de libertad vigilada y diez de inhabilitación para profesiones que conlleven un contacto regular y directo con menores de edad. El juicio se celebrará este martes 9 de julio en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo.

Según recoge el escrito del Ministerio Fiscal, el acusado conoció a la menor durante el verano de 2014 a través de su madre y, una vez iniciado el curso escolar, se ofreció a llevarla al colegio en su coche.

Dado que esta le había manifestado que quería ser modelo, él le pidió una fotografía de cuerpo entero por mensaje para enviársela a unos amigos que, supuestamente, estaban relacionados con el sector. Ella le envió la imagen y le preguntó si ya había obtenido respuesta, a lo que él contestó que no.

PETICIÓN DE FOTOGRAFÍAS
A partir de ese momento, comenzó a pedirle imágenes desnuda por las que le pagaba, así como a ordenarle que borrase los mensajes. Además, un día de agosto, se ofreció a llevarla a su casa, aunque aseguró que antes debía pasar por su oficina. Una vez allí, se masturbó con la menor sentada enfrente y, al día siguiente, le pagó.

Esta situación se repitió en varias ocasiones y el acusado llegó a realizar tocamientos a la víctima hasta noviembre de 2016. Algunos de estos sucesos tuvieron lugar en la casa de este hombre, en Vigo, y, después de ellos, él le entregaba entre 10 y 20 euros. Además, advirtió a la menor de que, si le contaba lo ocurrido a su madre, dejaría de ayudarla.

A finales de 2016, la menor conoció a otra persona de la que se hizo amiga y el acusado comenzó a recoger a ambas de los lugares a los que asistían a actividades extraescolares. Poco después, pidió una fotografía a la amiga de la menor "para ver cómo se desarollaba". Aunque en principio ella se negó, terminó accediendo después de que él la amenazase con separarla de su madre.

La segunda menor llegó a enviarle dos imágenes en ropa interior y bikini, tras lo que él le entregó dinero. Además, en tres ocasiones en las que se quedó a solas con ella llegó a besarla y a realizarle tocamientos. El 18 de noviembre de 2016 intercambiaron mensajes para verse, aunque finalmente no tuvo lugar el encuentro porque se denunciaron los hechos.

Supuestamente, el acusado repetía a ambas víctimas que borrasen los mensajes y que podían contarle y pedirle lo que quisiesen, así como que confiasen en él y no en sus madres.

A mayores, se intervinieron en la oficina de este hombre un bastón metálico con mecanismo de disparo en su interior y 34 cartuchos de calibre nueve milímetros que podían ser disparados con ese arma.

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