El Pazo de Fonseca de Santiago acoge desde este jueves la muestra 'Cinco vidas, unha historia', una exposición promovida por el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) del CSIC, a través de la cual se ofrece una aproximación a la metalurgia de la Edad del Bronce Final en la fachada atlántica europea con piezas elaboradas hace 3.000 años de la colección de la USC.
En concreto, la muestra cuenta con un total de 22 piezas metálicas,en su mayoría hachas de bronce, en cuyos trabajos de investigación y restauración han participado un equipo de expertos dirigido por Xosé-Lois Armada, investigador Ramón y Cajal del Incipit y comisario de la exposición.
Los objetos pertenecen a antiguas colecciones arqueológicas de Santiago de la Iglesia, Federico Maciñeira y José Viqueira Barrio, que fueron donadas a la Universidad de Santiago de Compostela entre los años 1927 y 1948 y que en la actualidad forman parte de la colección arqueológica de la USC.
Entre los elementos singulares, cabe destacar la presencia de una punta de lanza de gran tamaño, hallada en la parroquia de Deixebre (Oroso) y que cuenta con paralelos, piezas de similares características, elaborados en Irlanda.
Además, se muestra documentación inédita, negativos fotográficos en placa de vidrio o publicaciones antiguas que permiten conocer la historia de estas colecciones y su proceso de incorporación en la universidad. También forma parte del discurso expositivo todo el proceso de investigación y restauración.
Para la ocasión se han creado, además, modelos 3D, que permitirán una detallada visualización de parte de las piezas en ordenadores dispositivos móviles.
Tras su elaboración y uso hace unos 3.000 años, los objetos que se exhiben en esta muestra fueron retirados de la circulación y enterrados, formando acumulaciones de metal, un fenómeno que abarca amplias áreas del continente europeo y cuyo significado todavía constituye unaincógnita. Las piezas fueron recuperadas a finales del siglo XIX, a menudo durante labores agrícolas y de forma casual.
En el caso concreto de Galicia, se hallaron en diversos lugares de las provincias de A Coruña, Ourense y Lugo, concretamente en los términos municipales de Ortigueira, As Pontes, Verín o Vilalba, entre otros. Finalmente, fueron a parar a manos de coleccionistas eruditos que, al final de sus vidas, decidieron donar sus colecciones a la universidad.
jueves, 18 de julio de 2019, 14:20