El fiscal ha mantenido la petición de tres años y medio de cárcel para un vecino de Dorrón, en Sanxenxo (Pontevedra), como presunto autor de un delito de abuso sexual a una amiga de su nieta, de 8 años. Los hechos, por los que el acusado ya ha pasado mes y medio en prisión preventiva, se remontan a junio de 2018 y toman como referencia un vídeo de dos minutos grabado por una vecina con la que él y su familia tienen desavenencias.
Durante el juicio celebrado en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra y que ha quedado visto para sentencia, el acusado ha negado haber besado en la boca y tocado partes íntimas de la menor, que se encontraba jugando con dos sus nietas en la azotea de su casa. El abuelo era partícipe del juego de las niñas, refiriéndose al mismo como "cosquillas y masajes" en la barriga y la espalda.
Según sus testimonios, la esposa --que tendía la ropa-- y una hija --madre de sus nietas-- del acusado estaban en la misma terraza en aquel momento, si bien su presencia no la recogen las imágenes captadas por la vecina desde el tejado de su casa. Precisamente, la defensa, que ha rechazado la rebaja de la pena a 2 años de prisión y ha reclamado su libre absolución, ha desacreditado el vídeo por su "teatralidad" y porque "refleja la cotidianeidad" familiar.
La esposa del acusado y otra de sus hijas han declarado que el motivo de la enemistad entre ambas familias se debe a una denuncia anterior por abuso por parte del marido de la vecina hacia esta última joven. Por este motivo, la autora de la grabación "ejecutó un plan para vengar el honor de su marido", ha precisado la defensa
También ha cuestionado el rigor del informe forense realizado a la niña, por no tratarse de una entrevista abierta, sino de un "interrogatorio" con preguntas reiterativas y "potencialmente sugestionables", un extremo contrarrestado con el testimonio de una perito. Esta psicóloga ha rebatido la valoración de quien entonces ejercía como técnica del Imelga argumentando que la menor "no relata una situación compatible con el abuso sexual".
Precisamente, la madre y una tía de la menor han coincidido durante el juicio en que ninguna de las dos apreciaron una actitud reprobable por parte del acusado. "Si yo tuviese la más mínima duda le denunciaría yo, incluso si fuese mi propio padre", ha relatado la tía, quien ha insistido en que el abuelo de las dos niñas trababa "a las tres por igual".
Esta última testigo ha llegado a cargar contra los agentes de la Guardia Civil, sobrinos de la vecina, por la forma en la que le tomaron declaración: "Me afirmaba que había beso en la boca y llegó a agobiarme, pero le dije que no", ha afirmado.
Si bien durante sus conclusiones dejó entrever la posibilidad de una rebaja en la pena a 2 años de prisión, el fiscal ha señalado que el comportamiento del acusado "rebasa los límites del decoro más elemental y del juego", por lo que ha mantenido su apreciación sobre la finalidad de este último de "satisfacer el móvil sexual pese a que la víctima no se percata".