La corporación municipal de Vigo ha aprobado en el pleno extraordinario que ha tenido lugar este miércoles el Instrumento de Medidas Provisionales de Ordenación.

En una sesión a la que no ha asistido el alcalde, Abel Caballero; el Grupo Municipal Socialista y el Grupo Municipal Popular han votado a favor de la aprobación del instrumento urbanístico. Mientras, el Grupo Mixto, integrado por los dos ediles de Marea de Vigo-Son En Común, y el concejal nacionalista que figura como no adscrito, Xabier P. Igrexas, se han posicionado en contra.

Durante su intervención, la concejala de Urbanismo, María José Caride, ha subrayado la importancia de la aprobación de este instrumento provisional, ya que permitirá a aquellas personas o empresas recuperar sus proyectos, que habían sido "truncados" con la anulación del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de 2008.

En este sentido, ha señalado que la ordenación provisional permitirá recuperar parte del plan anulado para suelo urbano consolidado, suelo urbano no consolidado "muy desarrollado", suelo terciario y de interés general. Para estos últimos, ha indicado que el Ayuntamiento de Vigo ha iniciado la tramitación de dos proyectos con el sistema de ordenación provisional.

Además, ha puesto en valor que la aprobación de este instrumento permite actuar sobre el 38 por ciento del término municipal y ha recordado el "apoyo social" que ha recabado debido a que solo se recibieron 428 alegaciones, de las que parte fueron formuladas por personas cuyas parcelas no estaban incluidas y buscaban modificar esta situación.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
El portavoz del Grupo Municipal Popular, Alfonso Marnotes, ha afirmado que su formación ha decidido apoyar este instrumento urbanístico porque recupera lo aprobado en pleno en 2006, durante la etapa en la que el PP ostentaba la Alcaldía, y ha lamentado que, tras 13 años, se haya vuelto "a la casilla de salida".

También ha remarcado que la aprobación de este documento conlleva la necesaria presentación del borrador del nuevo PGOM en el plazo de un año, dos años para aprobarlo inicialmente y tres años y medio para su ratificación definitiva. Además, ha relacionado el bajo empleo en el sector de la construcción en la ciudad olívica con la inseguridad urbanística.

El portavoz del Grupo Mixto, Rubén Pérez, ha denunciado que no se haya trasladado información detallada a las personas a cuyas parcelas afecta la ordenación provisional y ha remarcado que debería haberse abordado a través de una comisión de planeamiento. Así, ha advertido de que el modo de desarrollar este instrumento urbanístico conllevará la apertura de "procesos judiciales" y una "inseguridad jurídica".

Mientras, Rubén P. Igrexas ha remarcado la necesidad de que Vigo cuente con un proyecto que genere "consenso" y de que se elabore de acuerdo con la "participación social". De este modo, ha asegurado que la anulación del plan del 2008 ha supuesto una "oportunidad" para adaptar este documento a los intereses de la ciudadanía, en lugar de a los de los inversores.

RÉPLICAS DEL GRUPO SOCIALISTA
Por su parte, el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Carlos López Font, le ha reprochado al concejal nacionalista que se posicione en contra de este proyecto pese a que su formación fue favorable al PGOM de 2008. Así, ha acusado al BNG y a Marea de Vigo de no "entender" a la ciudad y ha asegurado que este instrumento urbanístico es un "proyecto cojunto" de la misma.

Asimismo, ha denunciado la "utilización perversa" de las instituciones por parte del PP y ha lamentado que, cada vez que la Xunta adopta una decisión que favorece a Vigo, parezca que "le regala algo". En esta línea, ha recordado que, en 2016, no aceptó la vía propuesta por el profesor Luciano Parejo para declarar la inaplicación de la evaluación ambiental estratégica y no obligar a la realización de un nuevo PGOM, un informe que Rubén Pérez ha calificado como un "gasto" durante su intervención.

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