Moncloa planifica que cada día un ministro haga declaraciones, para ir aumentando la presión sobre Unidas Podemos, pero aleja al presidente del Gobierno del foco en un intento de proteger su imagen ante una probable repetición de las elecciones. La misma estrategia que aplicó el PP hace tres años.



El presidente en funciones, Pedro Sánchez, veranea con su familia en el parque de Doñana en el marco de una estrategia meditada: quedar recluido y evitar fotos, para que sean los ministros quienes hagan declaraciones en el marco de las negociaciones por formar Gobierno.



Sánchez en un pasado período vacacional


Sánchez se encuentra en el Palacio de las Marismillas en una semana prácticamente sin agenda política en la que los principales líderes se han tomado un descanso. Será después del puente del 15 de agosto y sobre todo a finales de mes cuando se retomen las conversaciones entre los dirigentes de los partidos.


Con el objetivo de preservar la intimidad de la familia, se desconoce la entrada y salida de Sánchez en Doñana. Desde la oposición le llueven críticas por hacer este parón veraniego cuando todavía no ha logrado un acuerdo para formar Gobierno, después de las elecciones generales del 28 de abril.


RAJOY HIZO ALGO SIMILAR

No se trata de la primera vez que esto ocurre. Ya en 2016, con una investidura fallida, el entonces presidente Mariano Rajoy también viajó hasta Sanxenxo (Pontevedra) sin tener cerrados los apoyos necesarios para gobernar.


Desde Moncloa han querido no desgastar a Sánchez durante estos días, sabedores de que la situación política es delicada y de que la ciudadanía no perdona grandes derroches en estos casos.


De esta manera, Sánchez está de vacaciones y los ministros continúan ante los medios defendiendo las posturas del Gobierno socialista.


Las Marismillas es una de las residencias utilizadas en diversas ocasiones por los presidentes de Gobierno desde que en 1986 se alojó allí Felipe González. Sánchez ya fue allí el verano pasado y en las últimas Navidades.

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