Asegura que la lucha contra el machismo, la precariedad laboral y social o el cambio climático "han quedado en anecdóticos"

El portavoz del Grupo Mixto en el Parlamento, Luís Villares, ha tachado el discurso del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de "cortina de humo", una estrategia que ha utilizado para evitar "hablar de los problemas de Galicia" y para "victimizarse".

El inicio y el final del debate ha estado marcado por "un ejercicio de escapismo", la "desgalleguización" y la "victimización" del jefe de la Administración gallega.

Así lo ha expresado Villares en su primera reacción al discurso del presidente en el Debate de Estado de Autonomía, en la que ha criticado que el jefe del Ejecutivo haya hablado "como si Galicia no tuviese autogobierno y todos los problemas llegasen de Madrid, como si Feijóo no fuese responsable de las políticas que se hicieron" en la Comunidad durante esta legislatura y los diez años que lleva al mando.

En este sentido, al referirse a las propuestas propias de la Xunta a nivel económico, Villares ha censurado que todos los esfuerzos vayan dirigidos a que "el 25 de julio caiga en domingo" --en referencia al Año Santo--, y que ahí se "acaba la propuesta" del Partido Popular y de Núñez Feijóo.

BANALIZACIÓN ABSOLUTA
Mientras tanto, en este primer discurso y en la política seguida por el Gobierno gallego, los "problemas de Galicia" están relegados a una "banalización absoluta".

A su juicio, "la violencia contra las mujeres, el cambio climático o la precariedad laboral y social" no han pasado de "anecdóticos" y, al mismo tiempo, ha aseverado que "se está negando la evidencia de estar a las puertas de la recesión económica".

Ha censurado que, ante esta situación, las medidas que se están llevando a cabo tienen que ver con la "rebaja fiscal", en lugar de proponer medidas de "justicia fiscal", con las que "los que más tienen puedan contribuir equitativamente" a sostener el gasto público y de las administraciones.

En consecuencia, el grupo mixto le otorga "un cero a Feijóo", un cero al "aumento de autonomía" de la Comunidad, "al bienestar y a los servicios públicos" de la ciudadanía. Unas cuestiones sobre las que "evitó hablar y explicar el presidente de la Xunta".

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