La Guardia Civil interceptó a un conductor que circulaba ebrio, haciendo eses y a 20 kilómetros por hora en una carretera del municipio coruñés de Miño.

Según informa el Instituto Armado este martes, el conductor fue descubierto por un agente de Tráfico que circulaba con su vehículo particular por la carretera N-651 a su paso por Miño.

Este agente observó que un coche circulaba detrás suya a muy baja velocidad e invadiendo el carril contrario, lo que obligaba al resto de conductores a realizar maniobras para esquivarlo.

El guardia civil siguió al conductor hasta que pudo darle el alto. A continuación, sometió al investigado a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó un resultado de 0,84 miligramos de alcohol en aire aspirado.

El conductor se enfrenta a una pena de entre tres y seis meses de cárcel y retirada de carné de hasta un año por conducir en estado de embriaguez; mientras que por la denuncia de conducción temeraria podría recibir una multa de 500 euros.

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