El disfraz de Ravachol, emblema del Carnaval pontevedrés, presenta al loro con plumas de colores ataviado con un gran chaleco de obra amarillo fluorescente y subido a una estructura que imita el puente de O Burgo, que se encuentra en la fase final de las obras de remodelación.

"¡Viene de baranda!", ha exclamado la portavoz de la Irmandade do Ravachol, María Simal, en la presentación al público. El acto, amenizado con música junto a la recreación de la botica de Perfecto Feijóo, propietario del loro Ravachol hasta su muerte, un lunes de Carnaval de 1913, ha contado con la presencia del alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, y de los concejales de urbanismo y de Obras Urbanas, Demetrio Gómez.

Con este atuendo, la Irmandade de Ravachol ha centrado su interpretación del Carnaval en torno a una actuación urbanística de gran calado, que no ha detenido los trabajos ni durante el periodo navideño para ajustarse a los plazos de finalización de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER).

Así, la recreación del viaducto sobre el que posa Ravachol incluye incluso luces led que imitan la iluminación que lucirá del puente medieval -itinerario jacobeo del Camino Portugués a Santiago- y la nueva barandilla recientemente instalada, cuyo efecto visual y estético ha causado cierta polémica a nivel político y vecinal.

Hasta el velatorio de Ravachol el próximo sábado a partir de las 18:00 horas en la Plaza de la Verdura y su posterior incineración en la plaza de la Herrería, el loro recorrerá las calles y las plazas del centro histórico de Pontevedra durante este Carnaval.

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