Las Fuerzas Armadas han empezado ya a participar en la lucha contra el coronavirus. La primera en hacerlo ha sido la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ha desplegado 350 efectivos en Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza, León, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. 






Patrullas procedentes del Batallón de Emergencias número 1, con sede en Torrejón de Ardoz (Madrid), están realizando este domingo misiones de reconocimiento en puntos críticos de la capital donde pueden producirse aglomeraciones de personas (como las estaciones ferroviarias de Atocha y Chamartín, el intercambiador de la plaza de Castilla o la estación de autobuses de Méndez Alvaro) y en poblaciones próximas (como Alcorcón, Torrejón, Fuenlabrada o Leganés) por si fuera necesario realizar labores de desinfección.


La ministra, Margarita Robles, ha presidido este domingo una reunión de coordinación en su departamento para abordar las acciones que realizarán las Fuerzas Armadas en la lucha contra la pandemia. En el encuentro se ha acordado crear un mando único que será el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya. A través del Mando de Operaciones, integrará las capacidades operativas, sanitarias, logísticas y de infraestructura pertenecientes a la UME, la Inspección General de Sanidad y la estructura operativa de los tres ejércitos.


Se ha procedido a la activación de personal sanitario militar en la reserva, unos 150 médicos y 70 enfermeros. También se han dado instrucciones a la farmacia militar para que incremente la elaboración de la solución desinfectante hidroalcohólica, así como de otros medicamentos genéricos que fueran necesarios, según ha informado el Ministerio de Defensa.


 Los miembros de las Fuerzas Armadas que participen en tareas de apoyo en el marco de la crisis del coronavirus tendrán carácter de agente de la autoridad e implica que los militares podrán dar órdenes a los civiles y que quienes las incumplan o se resistan a ellas podrán incurrir en el delito de desobediencia o resistencia a la autoridad. Hasta ahora, solo dos colectivos dentro de las Fuerzas Armadas, los policías militares y los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), tenían esta consideración, precisamente porque en su tarea podían verse obligados a dar órdenes a personal civil.


El Gobierno prevé que unidades militares puedan desplegarse en las calles en tareas de control y vigilancia, para asegurar el cumplimiento de las normas que limitan la libertad de circulación y, en esos supuestos, necesitan tener la consideración de agentes de la autoridad o ir acompañados de alguien que la tenga. El objetivo es descargar de esta tarea a los miembros de la policía para que puedan dedicarse a misiones más complejas.



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