Este maldito 2020 nos está dejando sin nuestros mayores y, por si fuera poco, sin jóvenes de gran valor humano y profesional. Hoy me toca escribir sobre Javier Salillas, el alma de Radio Club 25, un producto de lujo de la radio hecha desde Catalunya que hemos respetado y admirado los profesionales del medio y que ahí queda para la historia, de cómo el talento individual puede llegar a conseguir cosas que solo parecían posibles para las grandes cadenas de radio españolas. 




Una odiosa enfermedad que nos borra los recuerdos de nuestra vida y las imágenes que nos son más queridas se ha llevado por delante de manera precoz y muy dolorosa a Xavi. La dinastía Salillas fundada en la radio por su padre José Manuel se ha interrumpido cruelmente con la pérdida de ese hijo tan querido y admirado por sus compañeros de profesión.


Les podría contar tantas cosas sobre Javier Salillas, sobre todo de los proyectos que discutimos apasionadamente y en los que no pudimos ponernos de acuerdo porque ambos éramos de convicciones firmes que seguramente Vds. podrían entender perfectamente el por qué afirmo sin riesgo a equivocarme que el personaje merecía mucho la pena, no solo como profesional, sino también como ser humano. Porque, a mi entender, es en la discrepancia y en el respeto donde mejor se conoce a los grandes de verdad. Y Javier lo era. Hoy, la radio de verdad, la que trabaja entre escaseces en el día a día, está de luto. La gente de Terrassa sabe de lo que estoy escribiendo y la radio Musical con mayúsculas también.


Todos lo echaremos de menos. Su padre, el mítico José Manuel Salillas de Cadena Catalana, Radio Terrassa y sus grandes profesionales se merecen el abrazo más grande en un día tan triste. 


Gracias Javier, por todo.

POWERED BY BIGPRESS