El fútbol vive ahora momentos de adaptación. El futuro a corto plazo de este deporte de alcance mundial está condicionado por la pandemia de Covid-19 y el inicio de la próxima temporada será bien diferente a lo que estamos acostumbrados. Los partidos a puerta cerrada reforzarán la importancia de las televisiones y el seguimiento a través de las mejores casas de apuestas, factores a los que se suma la mayor trascendencia de los patrocinios como fuente de ingresos ante las pérdidas económicas que supondrá la ausencia de aficionados en las gradas.







Esta reducción de las posibilidades económicas ya ha empezado a hacer estragos en algunos clubes, que se han visto obligados a realizar renovaciones a la baja o, incluso, a desprenderse de sus mejores futbolistas porque no pueden asumir sus fichas. La burbuja económica en la que se encontraban las competiciones más importantes, como la Premier o La Liga, ha explotado antes de tiempo, sobre todo en el fútbol español. Los clubes se han visto obligados a reajustar sus presupuestos, lo que en definitiva se ha traducido en menos dinero para invertir en fichajes o en salarios de jugadores. Se pierde poder adquisitivo, pero se mantiene la calidad y el nivel de la competición.

El principal factor de pérdida de ingresos está en la ausencia de aficionados en los estadios. De momento, el fútbol vuelve en la temporada 20-21 sin hinchas en las gradas. Serán partidos a puerta cerrada, como así ha sido en la etapa post-confinamiento en las principales ligas europeas y en las competiciones continentales. Esta circunstancia se mantendrá durante, al menos, lo que queda de año. Pero mientras no haya una vacuna sólida, todo apunta a que los partidos se seguirán disputando a puerta cerrada durante un largo periodo. Lo paradójico de la situación es que puede cambiar en cualquier momento, así que los clubes deben estar preparados para lanzar rápidamente sus campañas de abonos a mitad de temporada.

La principal vía de ingresos que se postula como alternativa son los patrocinios. Las televisiones mantendrán su gasto en el fútbol, pero no supondrá un aumento; así que los clubes tratarán de aumentar sus ganancias mediante acuerdos con patrocinadores. En ese sentido, las casas de apuestas, cada vez más presentes en las camisetas de los clubes, pueden jugar un papel importante y sostener económicamente a muchos equipos. Este tipo de acuerdos pueden ir desde el estampado del nombre de la empresa hasta campañas en redes sociales. Toda estrategia es válida para tratar de recuperar terreno. 

La pandemia, por otro lado, ha obligado a reajustar el calendario. Las ligas europeas empiezan el curso a mediados de septiembre, casi un mes después de lo habitual; mientras que el inicio de la Champions y la Europa League se traslada a octubre. El hecho de que el próximo año haya Eurocopa, Juegos Olímpicos -estos dos aplazados- y Mundial en Qatar obliga a la disputa de una gran cantidad de jornadas entre semanas. Todo apunta a que la organización permitirá un aumento de las fichas en las plantillas.


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