El Celta de Vigo trabaja para dar salida a, al menos, dos jugadores antes de que termine el mercado de fichajes.


Óscar García, técnico celeste, todavía espera fichajes


Pese a que el goteo de nombres que podrían enfundarse la zamarra del Celta de Vigo antes de que termine el mercado de fichajes es constante, la realidad es que en el club celtiña no tienen mucho margen de maniobra. Carlos Fernández, Rafinha, Diego Mariño o incluso Riqui Puig han sido relacionados con el cuadro celeste, que sin embargo se encuentra con dos impedimentos para poder realizar cualquier tipo de operación: el límite salarial y el elevado número de fichas, un apartado en el que trabajan desde la dirección celeste.


En este momento el gran objetivo es aligerar el peso en la retaguardia, donde cuenta hasta con seis centrales. Con Aidoo, Araújo y Murillo pugnando por los dos puestos titulares, en Vigo buscan acomodo a David Costas, que nunca logró hacerse un hueco en la plantilla celeste, y Jorge Sáenz, que permanece cedido por el Valencia pero que, de quedarse, pasaría a ser el quinto central del equipo, por detrás del canterano Fontán.


Al ex del Tenerife se le busca equipo en Segunda División para que siga progresando, algo que no ha podido hacer en Balaídos a causa de la falta de oportunidades y a un puñado de malas actuaciones los días que tuvo formó parte del plantel.


En el centro del campo, si bien no se esperan movimientos de última hora, sí podría haber sorpresas, sobre todo en torno a Okay, ya que ha sido uno de los grandes objetos de deseo en este mercado estival. El interés del Galatasaray y la disposición del jugador a regresar a Turquía podrían provocar un tsunami en una línea que el Celta, a falta de Rafinha, considera cubierta. Si se produce esa baja, en A Sede se verían obligados a peinar el mercado o replantear su estrategia con el hispanobrasileño, que se mantiene a la espera del club vigués. 



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