Tras cuatro años en los que la doctrina Trump ha torpedeado casi por completo las relaciones entre Estados Unidos y Europa, los lazos entre una de las naciones más poderosas del mundo y el Viejo Continente pueden verse cortados este noviembre o salir reforzados y entrar en una nueva etapa. Todo dependerá de lo que ocurra en las elecciones de noviembre, de resultado incierto.




El cambio climático, aranceles a las exportaciones, guerras abiertas con China o Irán… muchos han sido los “hitos” de Trump en su primer mandato en la Casa Blanca, marcado por la tendencia del presidente a tensar las relaciones internacionales y la desconfianza que genera en el resto de líderes mundiales. En la Europa occidental esperan un cambio de caras en el Gobierno estadounidense.


Mientras, Biden, el que fuera vicepresidente de Obama, aboga por unas políticas internacionalistas y la cooperación directa con Bruselas. Esta nueva línea de trabajo sería muy bien recibida en la Unión Europea, que contaría de nuevo con un aliado fundamental para la estabilidad política y económica del planeta.


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