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El cancerbero vigués está cuajando un soberbio arranque de temporada con el que despejar todas las dudas generadas este verano.


Mariño vuelve a ser el dueño del arco del Molinón | Foto: Sporting de Gijón


Parecía tenerlo todo hecho con el Celta de Vigo y que este sería el año de su regreso a Primera División, pero como dijo hace unas semanas “el mercado es el que es”, y Diego Mariño volverá a demostrar su valía en la división de plata del fútbol nacional. Después de un verano lleno de rumores que aventuraban un futuro lejos del Molinón, Mariño ha demostrado una vez más que en su cabeza solo está el Sporting, y así lo atestiguan sus 360 minutos imbatido.


En su quinta campaña en el club gijonés, el guardameta, con más de cien presencias vistiendo la elástica rojiblanca, se ha erigido, un año más, como uno de los pilares del conjunto dirigido por David Gallego. En esta temporada en la que el Sporting apenas ha realizado fichajes, el equipo asturiano necesita de sus mejores hombres para resarcirse después de una temporada tan decepcionante como la anterior, donde incluso llegó a coquetear con el descenso.


Sin embargo, fruto de mantener su columna vertebral y al excelente rendimiento que están ofreciendo jugadores como Djurdjevic –cuatro goles en cuatro paridos-, Babin o Javi Fuego, el Sporting de Gijón se ha aupado hasta la primera posición y suma un pleno de victorias.


Este año, en donde cocos como Espanyol, Leganés, Rayo o Almería se postulan como los más firmes candidatos al ascenso, en El Molinón están obligados a contar con la mejor versión de su cancerbero, que por el momento no ha decepcionado con sus cuatro imbatibilidades consecutivas. Y está difícil que Mariño decepcione a la parroquia sportinguista después de ganar por tercer curso seguido el ‘Molinón de plata’ que otorga la hinchada del club asturiano a su mejor jugador y que la lleva a ser considerado el favorito de los incondicionales del club rojiblanco.



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