La víctima asegura que el procesado "se puso de rodillas" sobre ella le "agarró ambas manos la cabeza y manoseó los pechos"

El acusado de agredir sexualmente a su asistenta del hogar durante la jornada laboral de esta en el domicilio en O Carballiño ha declarado que "nunca pasó la agresión". "Lo único que sí le hice fueron cosquillas en la cintura", ha admitido. "Se reía como lo haría yo si me las hiciesen a mi", ha apostillado.

La Fiscalía ha elevado a definitiva su solicitud de prisión para el acusado destacando que la pena debe ser impuesta al tener en cuenta el agravante por género. Además el acusado deberá abonar 20.000 euros a la víctima por los gastos morales y no se podrá aproximar a ella durante 15 años. Así lo ha referido en la vista oral del juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Ourense. La defensa ha reclamado la absolución para su patrocinado.

El incriminado ha asegurado que el incidente no se llegó a producir, sino que "hubo un juego" en el dormitorio del domicilio cuando la víctima se encontraba haciendo la cama porque "se tumbó diciendo que estaba cansada". "Yo para levantarla lo único que le hice fueron cosquillas en la cintura", ha explicado el procesado. Tras eso ha expuesto que se levantaron y se fue al salón donde hablaron "con normalidad".

La declaración se ha contradecido con la expuesta previamente en juicio donde alegó que "le agarró los pechos" y que le arrancó "las mallas sin dificultad". Al ser acusado de esta contradicción ha apelado a que en el juicio se "encontraba en shock" por no entender "como de unas cosquillas se había llegado a esa acusación" que "es mentira".

La víctima ha manifestado que, sí se acostó sobre la cama porque "estaba cansada", pero que creyó que "la reacción de él había sido una broma" porque hasta esa fecha---junio del 2017--- "había sido buena persona". Pero tras eso vio "que no". "Se puso de rodillas sobre mí, me agarró ambas manos la cabeza y manoseó los pechos, al tiempo que me decía que estaban muy morenos, y que tenía ganas de sentir a una mujer", ha relatado.

Ha continuado el relato exponiendo que librándose de la situación, se dispuso a continuar la limpieza de la habitación, pero el acusado la agarró de nuevo por la cintura y la "siguió al salón". "Mme inmovilizó, me bajó las mallas y me penetró mientras le gritaba que parase", ha dicho, y a continuación "se levantó y eyaculó en su mano".

EL AGRAVANTE POR GÉNERO
"No me fui de la casa al momento porque tenía miedo", ha expuesto la víctima en la vista oral del juicio que no huyó porque "ya se sabe cómo acaban estas cosas". "Pensaba que si me mataba no podría volver a ver a mi hija", ha afirmado y añadió que "sentía que era su culpa" porque el acusado le preguntó "cómo podía ir con esas mallas con el culo que tienes".

En estas declaraciones así como en su comportamiento, tanto en la sesión como en el momento de lo sucedido, se basa Fiscalía para pedir el agravante por género y "que se estudie desde una perspectiva de género".

Se ha apoyado en que, el hecho de que al principio la víctima no quisiese denunciar "es común, por vergüenza, como ella misma sostiene" y que a las víctimas nunca "se le puede pedir un comportamiento heroico", porque, además "no dejas de ser víctima por no denunciar".

Para Fiscalía "hay violencia y por tanto es agresión" aunque no haya heridas en el informe médico porque "está claro que si te inmovilizan es violencia" y que "si tienes miedo también".

LOS PSICÓLOGOS AVALAN A LA VÍCTIMA
Los psicólogos forenses encargados del caso y llamados a declarar han explicado que la historia narrada por la víctima "es congruente a unos hechos vividos y no a unos inventados" por lo que "para nosotros está claro que sucedió así".

Han añadido que además la víctima presenta trastorno por estrés postraumático "normal en este tipo de situación" y que también es normal que la víctima "recuerde más datos en cada declaración" porque al pasar el tiempo del suceso traumático "la mente desbloquea acontecimientos como un rompecabezas".

VISTO PARA SENTENCIA
Por su parte, el Ministerio Público, tras la vista oral, ha decidido elevar a definitiva su petición de pena de 10 años de cárcel para el acusado por un delito agresión sexual que "queda probado con el testimonio de la víctima" en todo momento "claro y congruente" a diferencia del acusado "que ni siquiera ha dado una versión coherente".

Además ha mantenido la petición de 20.000 euros de responsabilidad civil por los daños morales causados a la víctima. La Fiscalía ha determinado que queda así acreditado que la declaración de la víctima hace ver que "es real puesto que se ha mantenido en el tiempo" y que "no tiene intención de querer algo del acusado con su denuncia".

La defensa de la acusación por su parte, amparándose en lo expuesto por fiscalía señaló que solicitaban la condena por agresión sexual "porque está claro que si se ejerció violencia".

En cuanto a la defensa del acusado, ha mantenido la petición de la absolución de su cliente apelando a que no hubo una agresión ya que "no hay violencia física" y a que "no hay motivos" para que se pueda "pensar en un agravante por género" sino a que "fue un exceso de confianza".

Y ha manifestado que los 20.000 euros de la responsabilidad civil son "excesivos" porque "en el juicio de la manada fueron 25.000 euros a repartir entre cinco y ahí había grabaciones". El caso ha quedado visto para sentencia.

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