Los grupos de la Cámara gallega --PPdeG, BNG y PSdeG-- se reunirán de forma rutinaria la próxima semana en la junta de portavoces, pero en un escenario de nuevas restricciones en la capital gallega y en toda Galicia ante la expansión del coronavirus que, si bien no afectan a la actividad laboral, estará encima de la mesa.

Aunque no hay un diálogo formal establecido y, fuentes de la Presidencia del Parlamento se limitan a asegurar que "por ahora no hay más que las medidas que se están aplicando", las consultas realizadas por Europa Press a los grupos apuntan a que a raíz de las nuevas medidas "sí" se habló de la posibilidad de abordar esta cuestión en la próxima reunión de la junta de portavoces.

La Cámara gallega viene de reformar de forma exprés su reglamento de funcionamiento, el cual abre la posibilidad de delegar el voto --como ya ha ocurrido en el pleno que se acaba de celebrar esta semana por parte de tres diputadas, entre ellas la conselleira de Medio Ambiente, debido a que guardan cuarentena--, y también recoge otras fórmulas de participación como la telemática, la cual en esta ocasión todavía no está instaurada.

De hecho, este mismo jueves se ha aplazado una pregunta prevista por la diputada del PSdeG por Ourense Marina Ortega, que guarda su segundo confinamiento preventivo por contacto con una persona positiva. En esta misma situación se encuentra la conselleira Ángeles Vázquez por el contacto mantenido con la diputada por Ourense del PPdeG Marisol Díaz Mouteira, que arrojó positivo en una prueba de covid-19.

Esta reforma del reglamento, además, se pensó para cubrir posibles ausencias que impidiesen celebrar sesiones parlamentarias o de comisiones por falta de quórum, si bien en las comisiones se pueden sustituir a los diputados que acuden a ellas.

Sin embargo, durante el confinamiento de la primera ola, cuando el Parlamento estaba disuelto por la convocatoria de elecciones, se decidió también recomendar la limitación de diputados en las sesiones de la Diputación Permanente, que apenas cuentan con una veintena de representantes y que, además, se celebraron en el hemiciclo para mejorar la distancia de seguridad.

Esta recomendación de limitar la presencia de diputados en las sesiones sí está vigente en el Congreso de los Diputados, pero en la nueva legislatura gallega por el momento no se han adoptado medidas adicionales más allá de las mamparas y de la imposibilidad de quitarse la mascarilla, salvo en las intervenciones que se hacen desde el púlpito del hemiciclo.

OTRAS MEDIDAS
Junto con las medidas para garantizar la actividad del poder legislativo, y que también se encarga de hacer labor de control al Gobierno, la institución adoptó otras medidas preventivas en el edificio del Pazo do Hórreo.

Así, entre otras medidas, se instaló un control término para tomar la temperatura a todas las personas que entran en el edificio, se instalaron puntos de desinfección de manos, se ha reforzado la limpieza, se establecieron medidas de distancia social entre los diputados en las salas de comisiones, se suprimió la presencia de invitados en la tribuna, se mantienen las puertas de las sesiones abiertas para que haya ventilación y se han instalado mamparas para separar a los diputados y otros espacios como los de atención al público.

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