Fernando Garea Vidal, director del CEIP Fogar de Carballo que soporta 40 casos positivos en sus instalaciones y nueve aluas cerradas, atiende a Galiciapress para abordar la delicada situación que atraviesa el centro.


Desde la dirección adelantan que esta misma mañana acaban de aprobar con la Xunta de Galicia la realización de un cribado general a todo el personal y alumnos para intentar conocer de primera mano las dimensiones de un brote que ha puesto en jaque al colegio de educación Infantil y Primaria.


 Fernando Garea, director del CEIP Fogar de Carballo, en una pasada reunión con el alcalde de Carballo


Hasta ahora el alumnado había sido sometido a un cribado parcial, ya que solo se evaluó a los estudiantes de los niveles de Primero y Segundo, pertenecientes a un total de ocho aulas. “Es donde teníamos un foco grande con 22 casos, que se dieron esencialmente en Primero de Primaria”, comenta Garea, a la vez que agrega que ese cribado permitió detectar seis casos más.


Ahora se va a realizar un cribado de toda la gente que no se examinó antes, incluso del profesorado, personal del ‘Programa madrugadores’… aquí hay casi 900 personas”, cifran desde la dirección del CEIP Fogar. En ese sentido, celebran que las demandas realizadas para que se pueda hacer cuanto antes este cribado fuesen atendidas por la Xunta de Galicia, con quien mantienen una “comunicación constante”.

“Hablo más con la Jefatura General de Sanidad y los profesionales sanitarios que con mis hijas últimamente”


“Hablo más con la Jefatura General de Sanidad y los profesionales sanitarios que con mis hijas últimamente”, ejemplifica Garea como muestra del análisis que están realizando de forma permanente tanto las autoridades sanitarias como los trabajadores del centro para tratar de estudiar qué medidas podrían ser efectivas a la hora de cortar esta escalada de casos. 


ONCE DOCENTES CONTAGIADOS

La situación en el centro en estos momentos es muy complicada tal y como trasladan los educadores del CEIP. “No son momentos fáciles porque un centro escolar tiene que ser eso mismo, un centro escolar, no otra cosa”, lamenta Garea. Con todo, recalca que el comportamiento tanto de las familias como de los estudiantes es “muy bueno”, si bien en esta línea destaca especialmente la labor de los docentes y del personal no docente.


“Ya me lo habían demostrado antes, pero en estos días me están dando unos ejemplos extraordinarios de la validez de esta profesión. Un comportamiento asombroso”, enfatiza Garea.


En estos momentos hay once docentes contagiados, y si bien ninguno se encuentra hospitalizado en estos momentos, desde la dirección del centro señalan que alguno reporta síntomas persistentes desde hace varios días. “Fiebres altas” o “temblores” son algunos de los efectos que todavía experimentan los profesionales que han dado positivo por coronavirus.


ALUMNOS ASINTOMÁTICOS

“Afortunadamente son gente joven, fuerte… Pero no es una gripe esto que están pasando”, advierte Garea. Por otro lado, la buena noticia en el capítulo de positivos es que ninguno de los alumnos ha manifestado síntomas y que todos son asintomáticos. 


“Es la noticia más importante y era nuestra máxima preocupación. Cuando hablamos con las familias nos dicen que están corriendo y haciendo vida normal”, afirma Garea, que espera tenerlos “corriendo por el colegio cuanto antes, que es donde tienen que estar”. 


NUEVE AULAS CERRADAS

Pese a las muchas bajas que sufre el colegio, la actividad lectiva se mantiene en estos momentos: “Estamos con ánimo y hacemos que esto siga siendo un colegio, no atendiendo detrás de una mampara como si fuese un banco. Si hay que limpiarle la nariz a un chiquillo se le limpia, como siempre”.


Sorprende, en cualquier caso, que con nueve aulas cerradas –cuatro solo en el nivel de Primero de Primaria–  y con el récord de contagios en un centro en lo que va de segunda oleada desde Educación no se haya tomado la decisión de cerrar las instalaciones como ya se hizo en otros centros, aunque estos eran de educación infantil. Garea admite que la Xunta no le ha trasladado los motivos por los que se toma esta determinación, pero que de todas formas las decisiones que tomen las autoridades “las acataremos siempre”.


Según los análisis que maneja el centro, 22 casos positivos en el grupo de Primero se concentraron en el plazo de una semana, además de ocho profesores que daban clase en Primero y vinculados a esos positivos. “Si observamos eso con los demás casos vemos que hay aulas confinadas de forma preventiva: un aula con un solo caso en Sexto, otra con otro positivo en Quinto…”, sostiene Garea, que además confirma que esos casos posteriores se detectaron a raíz del cribado o fueron resultado del contacto del alumno con un positivo de su ámbito familiar.


Las PCR del resto de alumnos de esas aulas fueron negativas”, adjunta el director sobre esas cuatro aulas cerradas con un único positivo. Además, el índice de contagios en las últimas semanas se redujo de forma considerable. “Del día 2 al 13 el índice de contagios era entre cuatro y cinco diarios; del 13 al 17 pasó a ser de uno al día. Empezamos a ver que las medidas dan resultado”, relata Garea, que no obstante prefiere no ser especialmente optimista y prefiere mandar un mensaje de tranquilidad sobre esta situación que están evaluando de forma continuada.


MIEDO ENTRE LAS FAMILIAS

“Cuando los técnicos, que son los que entienden, aconsejan no cerrar el centro es porque tendrán razones más que suficientes”, índice el director. Con todo, la situación que atraviesa el centro ha llevado a muchos padres a decidir no mandar a sus hijos al colegio por precaución, algo que han notado especialmente en el comedor escolar, muy demandado pero que ahora acoge a la mitad de los alumnos que venía recibiendo.


“Es normal. Hay miedo y entiendo la preocupación de las familias, pero recuerdo que de los últimos cinco casos confirmados proceden todos de focos externos”, insisten desde la dirección. Toda la comarca de la Costa da Morte experimenta una situación epidemiológica compleja y el municipio carballés, con una incidencia alta, se encuentra en el nivel rojo de alerta. Por todo esto, Garea pide ver este episodio que vive el CEIP Fogar “dentro de su contexto” y hace especial hincapié en que el colegio “no es el foco de contagio en estos momentos”.


A ESTUDIO LA VENTILACIÓN, PROTOCOLOS…

Los esfuerzos en estos momentos están enfocados a determinar qué provocó el brote en el nivel de Primero. “Estamos analizando por qué se dio: si la ventilación de las aulas es la adecuada, si la zona en la que están localizadas las aulas está bien ubicada, si las entradas y salidas se hacen de forma correcta, si la merienda es mejor realizarla dentro o fuera del aula… Valoramos varias cosas de cara al futuro”, afirma Garea.


Por otro lado, la dirección también critica que las aulas se encuentran al límite y no puede haber más separación entre alumnos, por lo que es imposible aplicar medidas adicionales como las mamparas.


Garea razona esto último por dos motivos: “Primero económico; y segundo, y más importante, porque se perdería la esencia de lo que es un centro de Primaria. No podemos olvidar que somos centros educativos y que la prioridad de tenernos abiertos es educar”, concluye Garea, que considera que si esta prioridad cambia “valdría la pena cerrar, plantear una enseñanza telemática para lo que queda de curso y perder el año si hace falta, pero de otra forma no tiene sentido”.

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