Hay temas, quizás por las circunstancias actuales - que no son pocas-, a los que no se les presta demasiada atención, pasan casi desapercibidos y no entendemos por qué ya que nos afecta y mucho. Este pasado viernes entraba en vigor el Tratado sobre Prohibición de Armas Nucleares que fue aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas por 122 votos a favor y lo firmaron 88 países, Por cierto, no firmaron los países que poseen armas nucleares. Se trata del primer tratado multilateral de desarme nuclear sellado en más de veinte años.


"A-Day" Primera explosión de una bomba atómica en Bikini en las Islas Marshall el 1 de julio de 1946.


El Tratado prohíbe la utilización, desarrollo, producción, ensayos, almacenamiento y también las amenazas de utilización de armas nucleares ¿Saben cuantas cabezas nucleares tienen los 9 países “agraciados” con ellas? La nada despreciable cantidad de 13.865 cabezas nucleares, según un informe publicado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). En el 2019 habían disminuido en 600 armas menos, pero las que mantienen esos países son altamente sofisticadas y, por tanto, potencialmente más destructivas. Estados Unidos y Rusia poseen conjuntamente el 90% de las armas nucleares del mundo.


Por países, Rusia cuenta con 6.500 cabezas nucleares, de las cuales 1.600 han sido desplegadas. Estados Unidos, dispone de 6.185 cabezas nucleares de las cuales 1.750 han sido desplegadas. Francia con 300 cabezas, de ellas 280 han sido desplegadas. Reino Unido, 200 cabezas nucleares, de ellas 120 han sido desplegadas. China tenía 280 en el 2018, cifra que parecer que ha aumentado en estos últimos años. En 2019, Pakistán tenía entre 140 y 150 cabezas que ha aumentado ligeramente; India dispone de 130 a 140 cabezas nucleares; Israel, en el 2018, contaba con 80; mientras que Corea del Norte ha ido aumentando su arsenal y en el 2018 contaba ya entre 10 y 20 cabezas.


El fin de la Guerra Fría supuso el nacimiento de un nuevo orden internacional que aportó toda una serie de oportunidades para los Estados, pero la contrapartida también trajo desafíos como la globalización, riesgos, amenazas, terrorismo y un largo etc. En ese contexto de cambios e incertidumbres, algunos Estados, como Irán, han venido desarrollando programas nucleares.


Es destacable que los países de la UE no han querido votar el texto del Tratado, ni firmar, ni ratificarlo ¿Lo hará alguno de ellos más tarde? Depende de los intereses que haya en juego: temas de la política internacional, correlación de fuerzas , equilibrios y el vil dinero …, Para algunos es entendible, para otros no tanto. Una situación en Europa cuyos dirigentes deberían explicar y si no que cada país miembro lo haga a su ciudadanía en términos comprensibles, no de alta política.


La consecución del Tratado es un triunfo de la sociedad civil organizada que llevan años denunciando y a la vez trabajando para conseguir lo que, por fin, el pasado viernes se ha hecho realidad. Pero está claro que la lucha continúa.


No hay que olvidar que la proliferación nuclear es el mayor desafío para la seguridad mundial. El temor a un conflicto interestatal de esta naturaleza fue la gran obsesión de la Guerra Fría, pero actualmente la amenaza es tan real como entonces, aunque la percepción pública del riesgo sea menor. Decía Albert Einstein que “cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz“.


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