Entre los países con mayor dependencia energética de la Unión Europea están tres nacionales pequeñas: Malta, Luxemburgo y Chipre. Irlanda alcanza un 89%, mientras que Lituania supera el 78% y Bélgica se sitúa por encima del 77%. Italia llega a un 76,9% y Portugal alcanza un 73,5%. España ha logrado reducir considerablemente su tasa de dependencia energética durante los últimos años. Hemos pasado de un 81,3% en 2008 a un 70,5% en 2013, aunque seguimos estando notablemente por encima de la media europea. Alemania, Austria y Grecia están en cifras levemente por encima del 62%, al tiempo que Eslovaquia se sitúa cerca del 60% y Letonia en casi un 56%.

Entre los países que cuentan con una dependencia energética por debajo de la media están, entre otros, Finlandia (48,7%), Francia (47,9%) y el Reino Unido (46,4%). En Suecia la tasa baja al entorno del 32% y en los Países Bajos se sitúa en un 26%. Las cifras más bajas de la UE-28 corresponden a Dinamarca y Estonia.  

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