El diputado de En Común por A Coruña lleva a Fomento sus preguntas sobre el Plan General de Ordenación Municipal de Mos que permitió la construcción del proyecto del Celta de Vigo. 


Inauguración de la ciudad deportiva del Celta | Foto: EP


Podemos, a través del secretario xeral de Podemos Galicia y disputado de la formación morada en el Congreso, Antón Gómez-Reino, ha cuestionado al Ministerio de Fomento, encabezado por el socialista José Luis Ábalos, por la modificación del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de Mos. Esta recalificación supone habilitar más de un millón de metros cuadrados de suelo rústico para la ejecución de la nueva ciudad deportiva del Real Club Celta de Vigo, un proyecto que en su día contó con el informe negativo de Fomento y otros organismos oficiales.


Román González, concelleiro en Mos por Ganamos, la marca municipal de Unidas Podemos en la localidad pontevedresa, explica que en esos terrenos, donde ya finalizó la primera fase de la ciudad deportiva, “ tenían la calificación de suelo rústico de especial protección forestal”. El Concello de Mos, que gobierna la popular Nidia Arévalo, “busca ahora completar esta primera actuación con una segunda destinada a la instalación de campos de entrenamiento, así como con una tercera que dotaría la zona con una macroárea comercial” pese a los muchos informes contrarios a ese plan.


“La modificación del PGOM afecta al abastecimiento de agua y gas de Mos, incumple Ley de Carreteras y muestra carencias en el que se refiere a las servidumbres aeronáuticas, tal y como se recoge en otro informe de la Dirección General de Aviación Civil”, señala la nota de la formación morada.


La expropiación forzosa y la recalificación de esos terrenos solo reportará beneficios a los promotores del proyecto, es decir, a los grupos empresariales e inversores y al propietario del Real Club Celta de Vigo”, recuerda González, que pone el foco en cómo esto afectará a la calidad de vida de los vecinos de Mos, que llevan muchos meses peleando contra este controvertido proyecto. De hecho, la Xunta de Comuneros de Tameiga, que agrupa a los propietarios en régimen de mano común de parte de las tierras que se pretenden expropiar, ha protagonizado diversas protestas por este caso.


Es intolerable que la alcaldesa mantenga su empeño de sacar adelante un proyecto contra la voluntad del vecindario y en beneficio exclusivo de los grandes grupos empresariales que están detrás de esta operación especulativa”, censura Román González, mientras esperan una respuesta por parte de Fomento sobre la legalidad de la modificación del PGOM de Mos.



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