Conforme avanza la tecnología, cada vez aparecen más herramientas para facilitar la vida de las personas. Existen programas y aplicaciones que te pueden ayudar en casi cualquier tarea, tal como es el caso de las traducciones. Hoy día podemos contar con varios software y aplicaciones web que te pueden ayudar a traducir casi cualquier texto. Es por eso que es fácil pensar que ya no se necesita de una persona que cumpla con el rol de traductor, es decir, podríamos creer que si existen todos estos programas para asistirnos, podemos hacerlo nosotros mismos con un esfuerzo mínimo. Sin embargo, si piensas eso, no puedes estar más lejos de la verdad. Sí, es cierto que en traducciones sencillas y para un uso cotidiano, estos programas son de gran utilidad, pero a la hora de realizar traducciones profesionales, un traductor es no menos que necesario.


Traductora / Karolina Grabowska en Pexels 



¿Por qué es importante un traductor?

Cuando se trata de cierto tipo de traducciones, sobre todo las de carácter legal u oficial, el rol del traductor se intensifica, ya que en este recae la responsabilidad de realizar una traducción de alta calidad, que no admita ningún tipo de errores y presentando un documento final fiel y exacto al original. En el caso de las traducciones legales, estos errores podrían dar lugar a demandas judiciales. Es por ello que es recomendable contratar servicios como https://www.protranslate.net/es/ que ofrezcan traducciones legales con los mejores profesionales que se especialicen en traducir e interpretar de manera correcta los conceptos legales, ya que éstos conocen perfectamente las leyes de los dos países involucrados, y es común que al momento de realizar traducciones de carácter legal se presenten situaciones en las que sea imposible traducir terminologías de manera literal, entonces el traductor se ve en la obligación de interpretar de la forma correcta, para que el texto conserve su significado, aunque la estructura lingüística presente diferencias, garantizando de esta forma su fidelidad y exactitud. Los traductores tienen la gran responsabilidad de relacionar las realidades de dos culturas diferentes sin que logremos percibirlo, es decir, sin que la persona descubra que está leyendo una traducción, sino que la perciba como si fuese el texto original. Esto es de especial utilidad cuando nos encontramos frente a un libro, una película, comic o cualquier tipo de documento que se pueda relacionar con el arte.


El oficio es más que traducir

Si piensas que el oficio del traductor es solamente conocer el idioma fuente y el idioma meta, estás muy alejado de la realidad. Un buen traductor no sólo debe conocer perfectamente la lengua y su funcionamiento, sino que además debe conocer la cultura del país y todos los factores socioeconómicos del mismo, además de lograr que el lector se sienta cómodo con la lectura. Esto es algo que hasta ahora los software de traducción no han logrado conseguir. Claro que eso no significa que estos programas no sean útiles, al contrario, representan un gran apoyo. Pero un profesional de la traducción es necesario e irremplazable y se estima que lo siga siendo durante muchos años. 

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