Atalaya Mining pone fecha al lanzamiento formal de su segundo intento para reabrir la mina de Touro. "La compañía está finalizando un nuevo proyecto para presentarlo a la Xunta de Galicia durante el tercer trimestre de 2.021", asegura la multinacional en la presentación de sus resultados del primer semestre.





Es la primera vez que Atalaya da un plazo concreto para su segundo proyecto. En teoría, para cumplir lo recién anunciado, debería presentar los planes antes del final de octubre, en unos dos meses.


La Xunta rechazó el primer proyecto porque existía el riesgo de vertidos a la cuenca del Ulla. Consciente del obstáculo, Atalaya destaca que construirá "balsas de residuos totalmente revestidas de plástico con descarga cero que satisfarán los requisitos más estrictos y

condiciones ambientales que puedan ser impuestas por las autoridades". 


El otro gran punto débil del anterior plan fue el enorme rechazo social que suscitó. No solo en parte de los vecinos de Touro sino también en los municipios río abajo, incluídos los de a Ría de Arousa, muchos de los cuales aprobaron mociones contra la mina, incluídos una docena de ayuntamientos gobernados por el PPdeG, el partido que controla la Xunta.


Atalaya lleva meses trabajando para mejorar su imagen a nivel local, especialmente con el apoyo de la Asociación Plataforma Mineiros de Touro e O Pino. Este colectivo, formado en parte por trabajadores de la actual cantera y familiares, lleva meses reuniéndose con autoridades locales y otros agentes sociales para venderles las bondades del nuevo proyecto. 


Bondades que incluyen la promesa de un parque solar, guardería, planta de purines y patrocinios deportivos. En opinión de los críticos, no es nada más que un disfraz de sostenibilidad para un proyecto que siguen viendo inviable medioambiental y socialmente





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