Elisa Abruñedo, Cabanas ( A Coruña)  Socorro Pérez(Ourense)

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Dos mujeres entre los 40 y 50 años que salen a pasear y que, antes de que puedan volver a casa, son asaltadas y asesinadas brutalmente, en un caso con un cuchillo y en el otro con una piedra. Sus cadáveres aparecieron en zonas boscosas y pudieron sufrir alguna agresión sexual previa —un extremo solo confirmado en uno de los casos, aunque en el otro existen fundadas sospechas al aparecer semidesnuda—. Y constituyen dos misterios sin resolver. Son demasiadas similitudes... Tantas que los investigadores no las pasan por alto y abren la puerta a la posibilidad de que una misma persona sea la responsable de la muerte de Elisa Abruñedo y Socorro Pérez. Algo parecido a lo que sería un asesino en serie.


Casi dos años y 200 kilómetros separan ambos sucesos. El primero ocurrió en la localidad de Cabanas, cerca de Ferrol, en septiembre de 2013 y el segundo en el pasado mes de mayo en una zona de las afueras de Ourense. Una circunstancia que sin embargo no desecha la hipótesis de un asesino común. Lo explicó el propio comisario de la Policía Nacional Amable Valcárcel días atrás en Ourense, cuando al referirse a la investigación del caso de Socorro Pérez reveló que los agentes buscaban «similitudes con otros hechos parecidos» fuera de la provincia. Y ahí, el más parecido es el de Elisa Abruñedo, en Cabanas. "Seguimos trabajando y ,de hecho, los investigadores estuvieron fuera de la provincia de Ourense", explicó ante los medios. Valcárcel aclaró, no obstante, que se trata de una de las líneas de investigación abiertas, pero no la única. "Hay muchas, no se descarta nada y agotamos todo tipo de posibilidades", concluyó el comisario.


En el caso coruñés se confirmó la violación de la víctima y en el ourensano también se trabaja con esa teoría. "Pensamos que pudo ser eso, pero no aparecieron restos biológicos que nos permitan confirmarlo", añadió Amable Valcárcel. En todo caso, la ausencia de esta ‘huella’ del asesino tampoco descartaría del todo el móvil sexual, ya que el crimen puede tener detrás esa motivación aunque no llegue a consumarse. "A lo mejor se resistió y la golpeó antes", manifestó el comisario en los actos del día del patrón de la Políca en la ciudad de As Burgas. Mientras, la propia familia de Elisa Abruñedo, ante la falta de respuestas tras cumplirse los dos años del crimen, aprovechó estos últimos meses el trágico suceso de Socorro Pérez en el sur de Galicia para tratar de convencer a las autoridades de que den un impulso a ambas investigaciones, convencidos de la relación entre las dos. "Pensamos que, por sus similitudes, el caso de Elisa podría estar relacionado con el de la mujer hallada en Ourense en junio", dijo en septiembre el cuñado de Abruñedo, Raúl Fernández, que ejerce como portavoz familiar. Sin embargo, su reivindicación no obtuvo respuesta pública, lo que no quiere decir que internamente las fuerzas del orden no estén trabajando en ambos casos.


El delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, dejó claro a finales del mes pasado que siguen operando "en varias liñas". 


En el caso de Ourense, se trata de una investigación "difícil", confesó, pero garantizó que la Policía "segue actuando e continuará traballando" para identificar al autor o autores de las muertes. Los dos cuerpos sin vida aparecieron en zonas de monte, bastante agrestes y de no muy fácil acceso, aunque en ambos casos cerca de alguna carretera. Los investigadores apuntan por ahora a que los crímenes se cometieron en esos mismos lugares donde aparecieron los cuerpos y que no fueron trasladados hasta allí.


La muerte de Elisa Abruñedo se produjo cuando salió a pasear por una carretera cerca de su casa, en la zona de Labandeira. El suceso causó tal conmoción que desde entonces ninguna vecina "sale a pasear sola", reconocen. Socorro Pérez, por su parte, había salido a correr por el paseo del Miño en la zona ourensana de O Couto cuando fue asaltada y asesinada.


BRUTALIDAD EN LAS DOS ACCIONES

Elisa Abruñedo falleció tras ser apuñalada hasta en tres ocasiones y con cierta saña, según apuntaron en su momento fuentes de la investigación. En el caso de Socorro Pérez no se usó un arma blanca, sino un objeto contundente, para golpearle con fuerza la cabeza. 


Cerca del cadáver los agentes recogieron piedras e incluso apareció una especie de maza. A falta de confirmación oficial, ya que los trabajos policiales son secretos, no hay duda de la brutalidad y la violencia de los dos crímenes. 

Fuente:e y galiciaé

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