El cuadro albivermello tiene la enfermería saturada y, pese a las bajas, va resistiendo en sus choques.


Las lesiones obligan a Rubén Albés a reinventar el equipo cada jornada | Foto: CD Lugo


No es el mejor arranque de temporada del CD Lugo, pero visto lo visto, en el Anxo Carro suena aquello de “virgencita, que me quede como estoy”. Y es que en la enfermería de los lucenses no cabe ya más gente. Empiezan a faltar dedos para contar a todos los caídos en combate y, pese a las bajas, Rubén Albés y sus pupilos consiguen sobreponerse y arrancar puntos ante rivales mucho más enteros que los gallegos, que hoy por hoy tienen los justo para armar un once.


Los últimos en caer han sido Mayoral, con una lesión que lo ha llevado a la mesa de operaciones, y Carlos Pita, el capitán, que sufrió una lesión muscular en el abductor derecho que lo apartó del choque contra el Leganés, donde el Lugo se llevó un punto de Butarque. A ellos, hay que sumar a Juanpe, Sebas Moyano, Pedro López, Alberto Rodríguez, Oscar Whalley y Álex Pérez, algunos llamados a ser titulares pero obligados a estar en el dique seco una buena temporada.


Estas bajas han llevado a Fran Vieites a la titularidad en sistitución de Whalley, cuajando buenas actuaciones aunque sin conseguir mantener la portería a cero. Otro beneficiado por las bajas ha sido Carrillo, que después de apenas gozar de minutos en este comienzo de temporada, ayer salió del banquillo para marcar el tanto del empate y ser uno de los destacados. También al veterano Iriome le han “venido bien” tantas bajas para sumar unos minutitos más a su expediente.


Ahora Albés mira a la tabla, con el Lugo todavía en descenso pero a una victoria de luchar por playoff -cosas de la Segunda División- y a la enfermería, de donde espera ir sumando efectivos, aunque en muchos casos ni siquiera hay una fecha estimada para el regreso al verde. Mientras tanto su equipo sigue sacándose las castañas del fuego. Estamos los que estamos y somos los que somos.   

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