Las instalaciones de Aqualia, concesionaria del servicio de saneamiento y abastecimiento de Vigo, han acogido este jueves el acto de colocación de la primera piedra de la que será la nueva estación potabilizadora (ETAP) de la ciudad, una obra que asumirá la empresa y en la que se prevé una inversión de 23 millones de euros.

Con este proyecto, que tiene un plazo de ejecución de 18 meses, la capacidad de tratamiento de la planta pasará de 900 litros por segundo a más de 2.000 litros. Además, se utilizarán membranas de ultrafiltración para la mejora de la calidad del agua, lo que supone un "hito tecnológico" en el tratamiento.

Las obras se acometerán en dos fases. En la primera se hará la construcción, sobre el decantador existente, de un innovador edificio de dos alturas y planta circular, que albergará canales de floculación y remineralización, asú como los depósitos de agua pretratada, el bombeo, los sistemas de filtración y ultrafiltración.

Una vez que el edificio esté operativo, el agua ultrafiltrada se conducirá por gravedad al depósito de cabecera, con una capacidad de 132.000 metros cúbicos, y desde ahí, al sistema de distribución. En esta primera fase también se construirá un edificio nuevo para los reactivos necesarios en el tratamiento.

Cuando todo este sistema esté activo, se pondrá en marcha la segunda fase de la operación, que contempla la remodelación de la instalación al completo y la construcción de un laboratorio de nueva generación, así como de una nueva sala de control automatizada.

Todos los trabajos se llevarán a cabo sin interrumpirse el tratamiento y distribución de agua al sistema de abastecimiento de Vigo y de otros dos municipios (lo que supone medio millón de personas).

Las obras de la nueva ETAP correrán a cargo de la concesionaria, dentro del plan de inversiones vinculado a la prórroga de la concesión. Según ha asegurado el alcalde, Abel Caballero, la construcción de la nueva planta no repercutirá en el recibo del agua de los vecinos.

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