Los precios de la tierra rústica y del monte se incrementaron hasta un 60% en Galicia desde el año 2013, "consolidando el potencial de nuestro rural", según ha informado la Xunta de Galicia.

En un comunicado, destacan que así lo refleja el último informe anual de precios y tasas de compraventa de tierras rústicas en Galicia, elaborado por el Observatorio Galego de Mobilidade de Terras,--dependiente de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural-- ,en el que se analiza la situación del mercado de tierras rústicas en la comunidad entre los años 2008 y 2019.

En lo que respecta al precio de la tierra rústica, los datos apuntan al mantenimiento de la subida iniciada en el 2014 y que sitúa los valores medios del 2019 (1,21 €/m2) en máximos de la serie desde 2008, que además suponen un incremento del precio de la tierra del 53% conrespeto al alcanzado en el año 2013 (0,79 €/m2).

En cuanto a los terrenos de monte, muestran una evolución "más positiva", con un incremento sostenido que llevó los precios del 2019 a superar en un 60% los niveles del 2013, llegando a los 0,83 €/m2.

Sobre los precios de la superficie agraria útil (SAU), aumentaron un 30% hasta situarse en los 1,8 €/m2.

Por provincias, las de Pontevedra y Ourense muestran mayores subidas en los últimos años, de manera que los precios medios de Pontevedra --los mayores de Galicia-- casi duplican los de A Coruña; mientras los de Ourense hacen lo propio con los registrados en la provincia de Lugo.

El análisis por ayuntamientos indica que los del eje atlántico siguen mostrando los precios más elevados de Galicia.

Concluyen así que los resultados parecen apuntar hacia una homogeneización de los precios de la superficie agraria útil de las comarcas litorales de las provincias de A Coruña y Pontevedra y, simultáneamente, a una intensificación de la graduación este-oeste en Galicia. La provincia de Lugo, por su parte, es la que muestra en su conjunto una mayor estabilidad en los precios.

OPERACIONES DE COMPRAVENTA
El informe también recoge que en el año 2019 se realizaron un total de 38.784 operaciones de compraventa de tierra rústica que afectaron a 11.469 hectáreas. De estas superficie, 4.500 hectáreas fueron de superficie agraria útil y casi 7.000 de monte.

"Los datos analizados sugieren una relativa estabilidad tanto del número de operaciones de compraventa como del área total afectada, así como el mantenimiento de la subida de precios iniciada en el 2014", destacan.

El área total objeto de compraventa se incrementó en relación al trienio anterior, con lo que se invierte la tendencia previa. Indican que esto se debió a un mayor tamaño medio de las parcelas implicadas, que aumentó sensiblemente en el bienio 2018-19.

"Con todo, las variaciones de los últimos años se encuentran en un contexto de relativa estabilidad en cuanto a la superficie transaccionada, que se sitúa alrededor de las 11.000 hectáreas por año en todo el período estudiado", remarcan.

Si se estudia la tasa de movilidad --el porcentaje que representa la superficie de tierra rústica de una determinada categoría objeto de compraventa sobre el total de la superficie de rústica de esa misma categoría--, se situó en el 2019 en un 0,57%, "un valor bajo en el contexto español y europeo".

Las mayores tasas de movilidad siguen concentrándose en la mitadnorte de Galicia, especialmente en la provincia de Lugo (0,71%), tanto para superficie agrícola como para superficies de monte. Destacan también las comarcas del Deza y de O Salnés en Pontevedra, especialmente en el caso de la superficie agraria útil.

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